Tokio 2020
Un viaje a Japón buscando la gloria olímpica que empezó en la cuna del Waterpolo Sevilla
El tomareño Miguel de Toro, del Atlético Barceloneta, integra la selección española que, dirigida por David Martín Lozano, peleará por adjudicarse su tercera medalla en unos Juegos

Cuando llegan los Juegos Olímpicos siempre se confía en el waterpolo español para que engorde el casillero de las medallas. Es cíclico. Así sucede desde el oro de Barcelona'92 y la plata de cuatro años más tarde, en Atlanta'96 . España vibra en los Juegos con el waterpolo aunque luego, como tantas otras disciplinas de menor repercusión, no reciba la atención diaria que verdaderamente se merece. Las chicas de Miki Oca comenzaron este sábado su trayectoria en esta cita olímpica arrasando a Sudáfrica, con una verdadera exhibición de su potencial (4-29), y este domingo (11.20, hora peninsular) es el turno del equipo masculino, que entrena David Martín Lozano , y en el que se tienen depositadas sólidas esperanzas para que logre algo importante en el Centro Acuático de Tatsumi.
Serbia es el primer escollo de los españoles, que cuentan entre sus filas con un sevillano criado en la cantera del Club Waterpolo Sevilla , el humilde club hispalense presidido por Peter Cutino que tan impagable esfuerzo hace por este deporte con muy poquitas ayudas institucionales y privadas en una ciudad donde el waterpolo no tiene mucha tradición y está tan alejada de Cataluña, centro neurálgico de esta disciplina a nivel nacional al contar con clubes, estructuras e instalaciones de otro nivel. Es otro mundo, a qué negarlo.
Y allá que se fue Miguel de Toro , que jamás ha olvidado sus raíces y cada vez que puede baja a la capital hispalense y se acerca al Cerro del Águila y a las instalaciones de su club, en Hytasa , donde su agigantada figura sirve como ejemplo para la nutrida cantera de su club, como reclamo y símbolo de que el talento puede florecer también allí donde no sobran los recursos. Cuando la supervivencia del club estuvo en el alambre hace un par de años, se ofreció para ayudar en lo que pudiera.
De Toro, de 27 años e integrante del Club Atlético Barceloneta , uno de los más importantes del país, se ha convertido en un fijo de la selección gracias a su constante e imparable progresión. Sus orígenes están en la natación, pero se aburrió y le enganchó el dinamismo y la competitividad del waterpolo, así que fue mejorando y pronto comenzó a compatibilizar su presencia en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat con los partidos del Waterpolo Sevilla los fines de semana.
Asentado ya en la Ciudad Condal desde hace unos años, el tomareño está probando el sabor de las victorias y los títulos con su club al mismo tiempo que conquista medallas con la selección. Doble subcampeón de Europa en 2018 y 2020 así como subcampeón mundial en 2019, Miguel de Toro llega a sus primeros Juegos Olímpicos con la ilusión y la ambición por banderas. Nunca un waterpolista sevillano había estado antes en una cita olímpica . Tiene, pues, carácter pionero su presencia en Tokio, donde la selección española reúne talento y capacidad competitiva para hacer un buen papel y, por qué no, soñar con las medallas. Además del sevillano, la convocatoria la integran Alejandro Bustos, Martín Famera, Francisco Fernández, Álvaro Granados, Marc Larumbe, Daniel López, Blai Mallarach, Alberto Munárriz, Bernat Sanahuja, Roger Tahull y Felipe Perrone, capitán.
La competición del waterpolo masculino en Tokio, con doce selecciones en liza , se compone de dos grupos de seis equipos, estando España encuadrada en el B junto a Serbia, Montenegro, Kazajistán, Australia y Croacia . El grupo A lo componen Sudáfrica, Italia, Hungría, Grecia, Estados Unidos y Japón. Los cuatro primeros de cada grupo pasan a cuartos (miércoles 4 de agosto), las semifinales se disputarán el viernes 6 y la final, el domingo 8.
Noticias relacionadas