El sueño cumplido de Blanca Manchón 17 años después

Optimista y extremadamente competitiva, como si el paso del tiempo no menoscabara su ambición ni su deseo de seguir remontando las olas en busca de la gloria, Blanca Manchón irradia felicidad . Le queda cuerda para rato a sus 34 años. Ha ganado mucho, tiene un palmarés extraordinario, pero a su sobresaliente carrera le faltaba algo más: otra presencia en unos Juegos Olímpicos. Bien que los echaba de menos. Aterrizó en ellos por primera vez con 17 años , siendo la benjamina del equipo español, cuando la clase mistral aún no había sido relevada por la RS:X, la tabla que tantas alegrías le ha dado a esta windsurfista nacida en Triana pero criada en la calle Castelar, y profundamente bética, que aprendió a navegar en la clase optimist, siempre bajo el manto protector de su padre Paco y su hermano Curro , hasta que su evolución imparable la convirtió en una de las referencias mundiales de su categoría, poniéndole acento sevillano en la bonita competencia y rivalidad que durante años libró con su paisana Marina Alabau , quien hizo historia en Londres. Medalla de oro en aquellos Juegos de 2012, en la bahía de Weymouth que también la consagró campeona mundial tres años antes, la retirada de Alabau, anunciada el mismo día de la inauguración de los Juegos de Tokio, deja un inevitable poso de nostalgia al pensar en aquellos años de gobierno mano a mano de las dos hispalenses en la clase RS:X.

Llega Manchón a Tokio con las pilas cargadas, decidida. Transmite vitalidad, energía y positividad. Y no renuncia a nada. Aspira a lo máximo porque ha sido con esa mentalidad como ha construido su carrera y ha alcanzado cotas impensables. Que sólo una representante por país pueda acudir a los Juegos la ha privado de un recorrido olímpico mayor. Después de Mari Carmen Vaz , la pionera de las sevillanas en la vela a tabla, Manchón logró el billete para Atenas en 2004 y a partir de ahí fue Alabau quien enlazó tres presencias consecutivas: Pekín, Londres y Río , con dos diplomas y la consabida medalla de oro como goloso botín. Y ahora vuelve a ser el turno de Blanca, que ha esperado sin desesperar, fue madre en 2016 y lo pasó mal cuando, tras su maternidad, se quedó sin patrocinadores y tuvo que volver a empezar, a reiniciarse. Otra ola que remontar. No renunció a su sueño. No tiró la toalla. Siguió luchando y, de algún modo, esta presencia en Tokio 17 años después es la recompensa.

Tirando de archivo se comprueba que, de todas las competidoras de la clase mistral en Atenas, sólo repiten en Japón la sevillana, que fue octava (diploma), y la polaca Sofia Klepacka . Sirva de muestra el botón para comprender la dificultad de permanecer tantos años entre las mejores. En la élite. Donde sigue Manchón, que fue séptima del último Europeo y en el Campeonato del Mundo celebrado hace un par de meses en Puerto Sherry, en casa, en las aguas que mejor conoce, sufrió una lesión que por supuesto no le iba a impedir estar en Tokio.

Y aunque pudiera pensarse que por el tiempo transcurrido desde Atenas es una de las competidoras mas veteranas, ni mucho menos es así. En la bahía japonesa participarán la mexicana Demita Vega (1983), la finesa Tuuli Petaejae-Siren (1983), la japonesa Yuki Sunaga (1980) y la canadiense Nikola Girke (1977). Las rivales más fuertes para la sevillana serán la triple campeona del mundo Lilian De Geus , de Países Bajos; la francesa Charline Pico n , vigente campeona olímpica; la italiana Marta Magetti , la israelí Katy Spychakov , la británica Emma Wilson y la citada Sofia Klepacka.

Las regatas comienzan este domingo a las 8.05 (hora peninsular) y se disputarán tres por día en las jornadas de hoy, mañana, el miércoles 28 y el jueves 29 antes de la Medal Race , programada para el sábado 31. Será ése el último día de la clase RS:X como categoría olímpica, ya que para París 2024 la sustituirá la iQFoil. Tres años quedan para el sueño de París, pero antes está Tokio y Blanca Manchón quiere vivirlo con toda la intensidad que se merece.