Tokio 2020

Una plata, cinco diplomas y un futuro esperanzador

Balance en los Juegos Olímpicos de Tokio de la delegación sevillana, que tuvo a trece representantes

Cayetano García de la Borbolla y Pablo Martínez, en el C2 1.000 durante los Juegos de Tokio REUTERS

Sergio A. Ávila

En Tokio, en los Juegos Olímpicos marcados para siempre por su aplazamiento de un año por culpa de la pandemia del coronavirus, la provincia de Sevilla estuvo representada por la segunda delegación más numerosa de la historia, con trece deportistas que se trajeron como recompensas una medalla de plata (en fútbol) y cinco diplomas olímpicos. La presea la agarraron los futbolistas Juan Miranda y Dani Ceballos tras la derrota por 2-1 en la prórroga ante Brasil. El lateral izquierdo verdiblanco le sacó partido a los minutos que le dio Luis de la Fuente, alternándose con Cucurella en su puesto, mientras que el centrocampista del Real Madrid sólo jugó el primer encuentro al sufrir un fuerte esguince de tobillo en el choque ante Egipto .

No está nada mal la cosecha, sino todo lo contrario, de los deportistas sevillanos, ya que a juzgar por las prestaciones de varios de ellos en Tokio, se les intuye un futuro de lo más prometedor. De hecho, tienen ya puestas las miras en París 2024. Es el caso, por ejemplo, de los canoístas Cayetano García de la Borbolla y Pablo Martínez , que han dejado una excelente impresión. Se clasificaron directamente a las semifinales desde las series con un segundo puesto en el C2 1.000, arañaron la cuarta plaza en semis para sellar el billete para la final y en ella, ya desfondados y con el diploma en el bolsillo, acabaron últimos pero radiantes de felicidad. La juventud de ambos (20 años Cayetano y 24 Pablo), así como su exponencial crecimiento en el barco desde febrero, justifican las esperanzas que hay depositadas en ellos.

Antes del piragüismo, fue el turno del remo y, por ende, el de Jaime Canalejo y Javier García en el dos sin timonel. Su ciclo olímpico había sido magnífico desde 2018 y en Tokio, su gran objetivo, amarraron el diploma tras un cuarto puesto en las series, una victoria solvente en la repesca y un tercer puesto en una durísima semifinal en la que quedaron por delante del dos sin australiano, eliminado. El sueño de las medallas siguió vivo hasta el paso del 1.500 en la final, cuando los remeros hispalenses notaron esa regata de más, la repesca, que llevaban en el cuerpo y acabaron sextos, pero muy satisfechos del resultado.

En 2016, Severo Jurado se llevó dos diplomas (concurso individual y por equipos) en doma clásica. Para Tokio , sus expectativas eran menores. Con su caballo, Fendi T , llevaba poco tiempo de trabajo y ya el hecho de estar en los Juegos tenía mucho mérito para el algamiteño residente en Dinamarca. No pasó el corte de la fase de grupos en el adiestramiento individual pero sí logró su objetivo de sumar puntos con su binomio que ayudaran al equipo a la consecución de la séptima plaza de la general y el diploma.

En la piscina

Los otros dos diplomas hispalenses se lograron en la piscina. Alisa Ozhogina , de sólo 20 años, ha vivido una experiencia maravillosa, integrando al equipo español de natación artística. Y ha hecho doblete, ya que antes del séptimo puesto por equipos, con Ona Carbonell liderando a una nueva generación de jovencísimas nadadoras, compitió en el dúo con Iris Tió, sellando ambas la décima posición.

Del waterpolo masculino, con Miguel de Toro integrando la selección, quizá se esperaba algo más. El equipo de David Martín venía de un doble subcampeonato de Europa y otro del mundo, pero Serbia , oro al final, se interpuso en el camino de una selección que hasta ese momento lo había bordado en la fase de grupos y en cuartos de final. Sin embargo, la decepción de las semifinales pesó mucho en el ánimo de los jugadores españoles, que cayeron ante Hungría en el partido por el tercer y cuarto puesto.

En atletismo, Carolina Robles accedió a la final de los 3.000 obstáculos después de ser recalificada por los jueces en semifinales a causa de una caída tras tropezarse con una atleta ya en el suelo que no pudo esquivar. Se levantó y acabó la prueba, pero llegó muy dolorida a la final, así que sufrió mucho en carrera y terminó decimocuarta. Maribel Pérez no pudo superar la serie de los 100 metros lisos, quinta en meta, aunque el gran premio de la sevillana era ser la cuarta velocista de la historia del atletismo español en el hectómetro de unos Juegos.

En el Concurso Completo de equitación, Francisco Gaviño y Source de la Faye tuvieron que sobreponerse a muchos condicionantes, entre ellos el estado físico de la yegua, cuyas prestaciones se vieron afectadas tras el vuelo de veinte horas hasta Tokio . Aun así, finalizaron la prueba (puesto 44º), un hito que no lograba ningún jinete español desde 1996.

Y en vela, las condiciones meteorológicas causaron estragos en la clase RS:X a Blanca Manchón , sin acceso a la regata de la lucha por las medallas ( Medal Race ), de la que se quedó a un puesto luchando contra el viento y navegando con un pie lesionado.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación