Salvador Flores, un joven valor al alza del boxeo sevillano
El púgil hispalense, de 17 años, participa con España en el Campeonato de Europa Joven de Montenegro
Quienes lo conocen bien hablan de un boxeador «completo y valiente» al que le aguarda un brillante porvenir. Que tiene la cabeza centrada, que no olvida sus orígenes humildes en el Polígono Norte de Sevilla y que estos primeros e importantes pasos van encaminados hacia un sueño: la presencia de Salvador Flores Luque , púgil sevillano de 17 años e internacional ya por España, en unos Juegos Olímpicos. Quizá pueda fijar en el horizonte como meta la cita de París, en 2024. Pero queda mucho para eso. Ni siquiera se han disputado los de Tokio y a Flores le importa mucho más el presente. Sabe lo que quiere. No mira más allá del siguiente combate. Para labrarse una carrera importante, el hispalense no conoce otra receta que el trabajo a destajo y la mentalización, así como los sacrificios que impone un deporte de alto nivel y tanta exigencia como el boxeo. Disciplina, mucha disciplina, y una preparación concienzuda. Pero él se siente listo y tiene muchas ganas de demostrar sus condiciones en el Campeonato de Europa Joven de Montenegro , que se celebra hasta el 23 de noviembre, y al que acude España con una nutrida delegación de trece boxeadores, siete de ellos hombres. Entre ellos sobresalen dos sevillanos, Rafael Acosta Heredia (64 kilos), de Dos Hermanas, y Salvador Flores (60 kilos), cuya progresión ha sido espectacular en los dos últimos años, desde que lo pudieron federar por edad. Perteneció al Kaká Boxing Club y cuando viene a su casa se entrena con Ángel Seda, en Camas.
Aficionado desde muy pequeño a las artes marciales, un día probó el boxeo con el fin de ir puliendo su formación y le gustó tanto que ya no se separó de los guantes ni del cuadrilatero. Encontró, de la mano de su padre, su camino. Y comenzó su preparación. Tenía doce años. Cinco después ya le ha dado forma a un más que interesante palmarés. « Desde chico me apunté a boxeo porque quería hacer MMA (artes marciales mixtas), y para eso había que saber un poco de todo, también boxeo. Me gustó y aquí estoy», comenta para ABC de Sevilla el protagonista, quien compagina su formación boxística con los estudios de la ESO en el Centro de Alto Rendimiento de Los Alcázares , en Murcia.
Allí lleva dos años aunque el confinamiento lo pasó en Sevilla. Ni entonces dejó de entrenarse: «Por la mañana hacía abdominales y flexiones, y por la tarde, en un cuarto de mi bloque, guantes y manoplas con mi padre», recuerda. Rafael Lozano , el legendario boxeador cordobés con tres Juegos Olímpicos en su trayectoria (Barcelona, Atlanta y Sídney) y dos medallas, entre otros muchos méritos, es el actual seleccionador español y el responsable de que el púgil sevillano fuera becado por la Federación Española. Todo un privilegio.
A Lozano le profesa tanto él como la familia del boxeador un profundo agradecimiento por la oportunidad que le ha ofrecido para crecer en este deporte con las mejores condiciones posibles. Son sólo siete los elegidos en toda España y uno de ellos es Flores, que va «a por todas», como él mismo reconoce, demostrando mucha ambición, en el Campeonato de Europa de su categoría en Budva, Montenegro .
Será su debut en una cita de envergadura, pero ni le asusta el reto ni él se pone límites. Su historial contempla un total de treinta combates exactos y victorias de mucho fuste: ha sido ya campeón de Andalucía , campeón de España de clubes (en 52 kilos), campeón de España (54 kilos), campeón WBC y también del Cuatro Naciones en Palencia, último torneo preparatorio del Campeonato de Europa.
En el CAR convive con otros compañeros en una burbuja por mor de la pandemia del Covid-19 . La Federación Española de Boxeo somete a los boxeadores a test periódicos y lógicamente han tenido que pasarlos de nuevo antes de desplazarse a Montenegro. El contacto en esas instalaciones del prometedor púgil sevillano con deportistas de otras disciplinas es inexistente. Su vida se reduce a estudiar y entrenar, a entrenar y estudiar. Aunque también le gusta el Fornite, que no todo van a ser obligaciones. « Es muy bien niño, muy noble , no tiene maldad ninguna», comenta su progenitor, Luis Flores, muy ilusionado con la progresión experimentada por su hijo y feliz porque pueda hacer lo que le apasiona.