Representante de futbolistas y fichaje del Coria CF: la nueva vida de Casado, el «capi» de Leo Messi
Tras una dilatada trayectoria en la élite, José Manuel Casado ha vuelto a «casa» para firmar por el conjunto ribereño y montar su propia agencia de representación
Estadio Camp Nou. FC Barcelona - Almería UD. Año 2015. Minuto cinco de partido. Se acerca Leo Messi por el vértice del área, por la banda derecha, con la pelota pegada con cianocrilato divino en el exterior de su bota zurda. Se zambulle en el área y cuando busca cimbrear la pelota, allí, al palo que nadie espera, engaña hacia dentro. Nadie en el mundo olió nunca ese quiebro. Esa gambeta de potrero. Nadie salvo José Manuel Casado (Coria del Río, 1986), que aguantó estoico, imperturbable, manteniendo firme su posición, hasta limpiarle la pelota al mejor jugador de fútbol del mundo. Pocos aciertan, incluso hoy, a presentir ese regate. Un regate anunciado en el silencio de una grada desgañitada.
Messi se desquitaría , minutos después, cogiendo otro balón idéntico y colocándola donde todos imaginan, pero nadie espera. Casado había reculado bien, pero su extremo no tapó bien el disparo, y fue superado. Lo fácil es acordarse de lo que hizo el argentino cuando se ve por la tele cómo marca aquel gol por la escuadra. Lo difícil, recordar cómo driblaba aquel rosarino cuando se le tiene justo delante y en una milésima hay que tomar una decisión que puede valer un partido. Como hizo Casado.
Las paredes de la Masía, el gran vientre materno de los talentos del FC Barcelona, tienen un trozo de Coria del Río en sus entrañas. En la temporada 2002-2003, aquella casa de fútbol vio cómo un niño procedente de la tierra de Paco Mazaco llegaba con su maleta y un par de botas a compartir vestuario con canteranos como Pedrito o Messi -Fábregas y Piqué eran de una generación menor-. Allí le vio ese regate a Leo mil veces mientras entrenaban.
Casado aprendió a defender a los mejores, convirtiéndose en uno de los laterales izquierdos de España de referencia, llegando a sonar para una prelista de Vicente del Bosque con la selección española que terminaría haciendo historia en nuestro país.
Casado pasó, además, por las filas del Sevilla Atlético, Recreativo de Huelva, Rayo Vallecano, Málaga CF, Bolton Wanderers y CD Numancia. Roturas de ligamento cruzado, contratos que no se terminaron de rubricar, ascensos soñados, pruebas que no terminaron de cuajar, algún año sabático y mil y una sonrisas y lágrimas después, el jugador que más camisetas de clubes andaluces ha vestido en la historia mantiene viva la ilusión por el fútbol volviendo a casa.
A sus 33 años, el lateral izquierdo que dio sus primeras patadas soñando con debutar algún día con la camiseta del Sevilla FC, decidió firmar la semana pasada con el Coria CF del Grupo X de Tercera división. Casado debutó en el último partido disputado ante el Xerez CD, el último exequipo que completa sutrayectoria. David Feito fue el encargado de darle el relevo al veterano debutante con el Coria CF, que intenta salir de una dinámica negativa tras caer por 0-1 en el estadio Guadalquivir. «Sería genial retirarme aquí», cuenta Casado a ABC de Sevilla. « El presidente, el entrenador y la plantilla son los culpables de que haya tomado esta decisión. Me han hecho sentir importante. Representar a otro club andaluz, esta vez en mi tierra, me llena de orgullo». El defensor, que se ha entrenado en verano con su preparador físico, Carlos Valle, quería llegar en las mejores condiciones para volver a la competición:
«Estuve en Suecia probándome con el Goteborg, pero no se concretó y no me ilusionaba la propuesta estando tan lejos de casa», asegura. Su entrenador, Juan Antonio ‘Cachola’, desvela a este periódico el gran secreto de la vuelta del futbolista: «Tuvimos hace dos días una charla sobre la situación negativa que estamos atravesando. Casado se levantó, se dirigió a sus compañeros y al cuerpo técnico, y, señalándonos a todos, nos dijo: «Chavales, hoy juego al fútbol porque ustedes me habéis convencido. He tenido dudas sobre si debería seguir jugando, pero cuando venía a veros al estadio Guadalquivir se me ponía la piel de gallina». Venía desmotivado, pero el fútbol lo lleva en la sangre”, declara su preparador, convencido de que el lateral coriano aporta «esa experiencia, ese carisma, ese liderazgo. Tener a un hombre de estas características nos va a hacer sumar mucho», apostilla el técnico.
Los objetivos de Casado son muy diferentes a los que eran cuando llegó a aquella masía: « Sería un sueño poder ascender con el Coria CF, me sentiría muy orgulloso de ver a tanta gente feliz», declara el lateral, que ha cambiado el césped por el despacho cada mañana: “He decidido montar una agencia de representación que se llamará Casado Sport Management y que contará con gente cualificada en diferentes ámbitos, porque considero que tengo buen ojo para la captación de los jugadores, y me gustaría asesorarlos y guiarlos hacia el camino correcto», valora el nuevo agente.
Casado recuerda con cariño cómo la vida de futbolista le ha hecho reencontrarse en muchas ocasiones con un nuevo regate de Leo Messi: «Cada vez que hemos vuelto a vernos ha tenido un gran respeto, se ha acercado a saludarme y me ha llamado “capi”, porque cuando coincidimos, a él lo habían subido a mi equipo, y yo era su capitán». Casado reconoce que es mucho más difícil parar a Messi que montar una agencia de futbolistas, «pero ha sido un orgullo poder hacerlo”. Lo fácil es celebrar a Messi, lo difícil, ver cómo su “capi” sigue recuperando la ilusión por el fútbol. Ese veneno que, según el día, pilla a Casado con las calzonas de su equipo o en traje cerrando un fichaje.