Rugby
La incertidumbre de las Cocos en su asalto al título liguero
Las semifinales aplazadas frente al Sanse Scrum, pendientes de fecha
Ya es inolvidable y sobresaliente su temporada, pero las Corteva Cocos quieren seguir escribiendo con letras de oro su historia. Campeonas de la fase regular, las sevillanas se encuentran a dos partidos del título liguero, aunque ahora mismo desconocen cuándo podrán disputar la semifinal (si es que se puede acabar la Liga...) contra el Sanse Scrum, partido que debió jugarse el pasado domingo y fue suspendido por la Federación Española de Rugby (FER), así como todos los encuentros de competición que tuvieran que celebrarse en estas tres próximas semanas, por la crisis del coronavirus. La FER está estudiando soluciones para ver cómo se reconfigura el calendario de esta campaña. Hoy mismo hay ya una primera reunión por videoconferencia de una comisión de trabajo, que se reunirá de nuevo el próximo jueves (pendiente de confirmación), para acordar una propuesta que presentará a la Comisión Delegada, según informó la Federación en un comunicado. Se van a proponer fechas alternativas, pero todo queda a expensas de la evolución de la crisis sanitaria. No hay demasiadas opciones libres en el calendario y el rugby es diferente al fútbol o el baloncesto: no se pueden jugar varios partidos a la semana. La final de la Copa del Rey se ha aplazado ya al mes de septiembre y a la División de Honor Masculina le quedan cinco jornadas más.
Hasta el mediodía del pasado jueves trabajaban las Corteva Cocos concienciadas de que el factor cancha, que se habían ganado al concluir campeonas de la fase regular , quedaba un tanto diluido al tener que jugarse el partido a puerta cerrada, pero la expansión del virus ha dejado en stand by al rugby. Ahora mismo, tras la declaración del estado de alarma, el equipo ya no puede ni entrenarse y, lo que es peor, ha perdido a sus jugadoras extranjeras, las neozelandesas Murray y Hallet-Mahuika, que han regresado a su país ante la crisis de la pandemia del coronavirus y ya no volverán para competir si se reanudara la Liga Iberdrola.
Todo ha cambiado de la noche a la mañana, pero ello no quita para que en las Cocos hagan un balance muy positivo de lo ya conseguido. «Estar en semis tras quedar primeras de la fase regular no era el objetivo. Apuntamos al play off cuando pasaron las primeras jornadas y vimos que les competíamos a todos los equipos, pero así y todo, que se haya conseguido de esta forma, no estaba en mente», reconoce el técnico de las hispalenses, Manu Sobrino . No hay que olvidar que ésta es la segunda temporada de las Cocos en la élite. «Hemos conseguido darle continuidad al proyecto y, luego, es cierto que en las incorporaciones hemos acertado de pleno, lo cual no es fácil», valora el técnico.
Histórico
Además, las Cocos mantienen su espíritu amateur. Su plantilla no cobra por jugar. «Las chicas vienen porque están interesadas en jugar al rugby en otro sitio y aquí les facilitamos el alojamiento o les echamos una mano con cursos o estudios», precisa Sobrino, argumentando que «ésta es la vía más sencilla para intentar que las Cocos aglutine el talento de otros lugares» y se convierta en un referente, como ya es, dentro del rugby femenino andaluz: «Queremos ser referentes, y para serlo, tenemos que ayudar a las jugadoras», expone. «Hacemos balance de hasta dónde hemos llegado y estamos muy satisfechos -destaca-. Lo que pase de aquí en adelante puede cambiar algunas cosas, pero lo que han hecho estas chicas ya no se lo va a quitar nadie. Me parece algo histórico y lo que suceda desde ahora no cambiará demasiado nuestra forma de actuar. No queremos que esto sea cosa de un año, de dos ni de tres, sino que aquí haya una base, que haya jugadoras que guíen a otras que quieran seguir formándose en el rugby al máximo nivel en España y vean en Sevilla una opción para poder hacerlo», abunda.
Cuando empezó esta campaña, era difícil prever el crecimiento experimentado por el equipo. «Es imprevisible. No depende sólo de tu trabajo, de tus jugadoras, sino también de cómo estén el resto de los equipos. Para empezar, el nivel de la Liga ha subido y no para de subir. Nuestras chicas, cuando la pasada temporada se quitaron de encima la presión, ganaron cinco o seis partidos seguidos, que fue una locura para un recién ascendido. Me di cuenta al principio de la pretemporada que la plantilla era más amplia. Dábamos un salto a nivel competitivo y en los entrenamientos. Ya no tenía veinte jugadoras de nivel que se podían rotar, sino muchas más, y ésta ha sido una de las claves», explica orgulloso Sobrino, el entrenador del mejor equipo femenino del rugby español esta campaña que, si la crisis del coronavirus lo permite, podrá disputar el play off para alzarse con el título.
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