Fútbol sevillano
El Atlético Antoniano, vida e ilusiones de un equipo social
El equipo ha ganado 13 puntos de 18 posibles

Salvador Allende jamás estuvo en Lebrija. El histórico líder socialista de Chile, diez años antes de morir -suicidarse, según la versión oficial- en el golpe de Estado de Pinochet, no supo que formaría parte, al menos de alguna forma, de la idiosincrasia de un equipo sevillano recién fundado en la provincia cuyo estadio se encontraría en una calle que rezaría su nombre. Ya no le quedaba tiempo para saberlo. Llegaba la dictadura.
Sólo seis años después de la muerte del que fuera el primer presidente socialista, nació Francisco José Cordero «Rubio» (Lebrija, 1979), entrenador del Atlético Antoniano, del Grupo X de Tercera división , que, tras rubricar el ascenso a categoría nacional, ha conseguido un arranque que le ha llevado a los puestos de playoff gracias a un equipo con vida e ilusiones. Un equipo social.
El técnico nebricense atiende a ABC de Sevilla satisfecho por sacar 13 puntos de 18 posibles en este inicio liguero, «pero tenemos que ser realistas. Somos un equipo joven, recién ascendido. El objetivo es la salvación», declara el preparador. Rubio admite la condición colectiva de un equipo humilde: «En el club se cuenta mucho con la cantera. Yo diría que, del primer equipo, el 75% son canteranos», afirma, en relación a la corta edad media de su plantilla. Un asunto, la falta de experiencia, que reconoce haber querido mejorar durante la pasada planificación deportiva, «pero lo económico prima y nosotros no podíamos aspirar a traer jugadores de experiencia consagrada», asegura el entrenador.
El equipo, que sólo conoció la derrota en la primera jornada tras recibir una cura de humildad ante el Xerez Deportivo (5-0) , no ha vuelto a perder los tres puntos, y sólo ha recibido un gol en los siguientes cinco envites. Una situación que invita a la ilusión:
«Tenemos la fase previa interterritorial de la Copa del Rey (en la que juegan, en noviembre, con el Ramón y Cajal ceutí, y en caso de que pasaran, podrían medirles ante un equipo de Primera división) y tenemos el derbi ante la UB Lebrijana , que es como un Sevilla – Betis. Es una rivalidad muy fuerte. Date cuenta de que en Lebrija hay 28.000 personas», argumenta Rubio.
Y a todas ellas les gusta el gol. Un gol que por fin ha encontrado Ranchero (Lebrija, 1995), que cuenta a este periódico cómo en los últimos diez días ha marcado tres dianas gracias a que, de momento, no están sufriendo tanto pese a ser un recién ascendido: «Cuando se disfruta, todo te sale mejor, pero aún no se puede valorar el año en general, es muy pronto. Hay equipos muy fuertes como el Puente Genil, el Utrera, el Ceuta... Lo hemos podido ver en nuestras carnes», asevera el ariete.
El delantero lebrijano, que se considera un jugador «trabajador, muy vertical de cara a portería», sabe que el objetivo global es «salvar la categoría, y cuanto antes lo consigamos, antes nos olvidaremos de ello». Y no se pone límites como goleador: «Mi récord es de 13 goles en la 2016-2017, con el eterno rival, la Lebrijana. Todos los que vengan, bienvenidos sean», dice Ranchero.
Algo que no podría conseguir sin el apoyo de compañeros como Ezequiel Sánchez (Sanlúcar de Barrameda, 1995), lateral del conjunto nebrijano, que garantiza que «la gente joven también cumple». Sánchez es consciente de que «la Tercera división es larga, pero nunca se quita la mirada más allá de nuestra posición», señala el gaditano, que define a su entrenador, en el buen sentido, como un técnico «nervioso. Lo vive tanto que a veces se vuelve loco». Y su compañero, el ariete Ranchero, también opina sobre el propio Rubio: «sabe muy bien cómo aprovechar las debilidades de los equipos».
Cuestionado sobre el descenso administrativo del Écija Balompié, que podría haber dejado paso a otro rival para no dejar la liga con una semana sin competición para los equipos, el entrenador del Antoniano se muestra muy crítico: «La gente que cree en el negocio en el fútbol amateur no debería estar por aquí. Mucha gente se ha aprovechado de equipos como el Écija. Es triste que el aficionado pase por esto, porque ellos son antes del equipo que los que lo dirigen». Y Ranchero, por otro lado, también se moja: «La Federación debe mirárselo. Hay equipos como El Viso, que se mereció subir por los méritos que hizo en el campo. Y a otros equipos les dejan inscribirse el viernes antes de empezar la competición, y al final no pagan».
Rubio se escuda en el «partido a partido» para continuar por la senda de este equipo social: «Es la pura realidad, aunque sea un tópico. Tenemos una media inferior a filiales como el Betis Deportivo. Toca seguir aprendiendo, porque hay chavales en el equipo con mucho talento», dice el entrenador de un Atlético Antoniano al que el ascenso, hasta ahora, le pesa poco, pero que casi no puede andar por Lebrija cargado de toda la ilusión que arrastra en sus bolsillos.