Antonio Guzmán y la historia de una denuncia inesperada
El remero sevillano habla sobre la demanda interpuesta por la FER contra su persona
«En un primer momento, preocupado y asustado, y después también extrañado de verme en una situación como ésta, sin esperarlo». Quien así se expresa es Antonio Guzmán , remero sevillano e internacional español que abandonó el deporte de alto nivel en 2016 y cuatro años después se ha encontrado con una demanda de una importante cuantía económica por parte de la Federación Española de Remo (FER) a cuenta de una publicación que el deportista compartió en sus redes sociales, concretamente en su perfil de Facebook, el 23 de agosto de 2019. En ella hacía ver los motivos que lo habían llevado a tomar la decisión de poner punto final a su etapa como deportista de élite y los acompañaba de un vídeo que contenía extractos de una reunión mantenida en 2018 por el secretario general de la FER, Pedro Márquez, y la presidenta, Asunción Loriente, con los remeros.
Con dichos audios fundamentaba Guzmán su decisión, basada en argumentos deportivos y extradeportivos. En uno de los extractos, Márquez explica a los remeros que, «a veces, los apoyos (con los que han ganado las elecciones) tienen condiciones». «Los apoyos —puede escucharse— no son gratuitos. Nosotros, en el fondo, aun ganando las elecciones con 38 votos , vamos a intentar que los presupuestos se saquen con 50. ¿Cómo? A base de intentar convencer y contentar, pero no va a ser gratis. Nos van a pedir cosas y ahí es donde comentábamos que tendremos que tomar decisiones. ¿Puede afectar a la estructura del equipo nacional? Sí. ¿Que tenemos que hacer cambios para contentar a nuestros votantes? Sí. Vamos a tener que hacer concesiones a nuestros votantes. Al que no le guste se puede ir a su casa y le diremos al Consejo lo que ha pasado y ya está, se acabó».
Guzmán ya ha puesto el tema en conocimiento de sus abogados. «Están preparando mi defensa. Me dicen que esté tranquilo, que me dedique a remar y a disfrutar de lo que hago», indica el sevillano, médico residente de psiquiatría en la actualidad y volcado ya completamente en su profesión.
«No he dicho nada contra ellos, sólo expresé mis motivos y ya está», señala a cuenta del post en Facebook. El remo pasó para él de prioridad a ocio. «Todo el esfuerzo que ponía, mis horas de entrenamiento, recaía en manos de personas que no estaban dando el cien por cien como yo y los demás remeros. Nuestros años de vida deportiva son equis y, mientras, posponemos estar con la familia, incorporarnos a la vida laboral y cotizar. Yo, por ejemplo, estaba dejando de lado la finalización de la carrera y la presentación al MIR. Estaba apostando por el remo y veía que al otro lado no había esa misma implicación, que no se preocupaban tanto por ti como tú te preocupabas por el remo», explica Guzmán en conversación con ABC de Sevilla, respaldando así la decisión tomada en 2016. Le dio entonces un giro a su vida. «Cuando dejas la selección estás renunciando a un sueño, ir a los Juegos Olímpicos, y no es fácil tomar esa decisión», resalta el bogador, que no da crédito a la demanda interpuesta contra él por la FER y que la Federación Andaluza tilda de «indignante». «El vídeo se difundió por grupos de Whatsapp y no fui el único que lo compartió y difundió por Facebook ni el único que dio su opinión», comenta el remero.
Crisis interna
El remo español, pese a la clasificación de tres barcos para los Juegos Olímpicos de Tokio, no vive su mejor momento. El Mundial de 2019, por los criterios de selección de las embarcaciones, abrió una importante brecha aún no suturada. De hecho, entrenadores consagrados como Gaspar Company, Jacobo Castiñeira o Daniel Sierra han sido despedidos de la FER. «Y compañeros míos han tenido que dejar el remo y se han ido al norte, a las traineras, para poder compatibilizarlas con los estudios y ganarse la vida», apunta Guzmán, que ha vivido una situación estresante en el hospital en estos últimos meses con la pandemia del coronavirus y no se plantea, por ahora, regresar al agua al nivel de antaño: «Con el trabajo es difícil compaginarlo. En el confinamiento he contado con un ergómetro en casa, y en cuanto coges la dinámica te entra el gusanillo y sales al agua con ganas de remar. Pero estoy en otro momento ya de disfrutar más que de verme con la exigencia del alto nivel», reconoce.
Mucho tienen que cambias las cosas en el remo español a nivel federativo. «Es necesario que cambie la mirada de hacia dónde se dirigen los esfuerzos. Y debe ser hacia los remeros, que están apostando su tiempo, su vida y su esfuerzo por conseguir un objetivo, un sueño», sostiene Guzmán. Y añade: «Hay que sumar más que restar . Que se integre a todo el mundo. Que se tenga en cuenta que la Federación está hecha para los remeros, no para otras funciones ni personas. Que los remeros son el fin de esto, que sea por ellos por los que se trabaje», concluye el sevillano, que ha recibido el cariño de muchos remeros: «Esperemos que se solucione todo por el bien de la familia del remo. Me están escribiendo muchos compañeros dándome su apoyo, me dicen que no entienden esta situación y desean que esto cambie».