Real Madrid

Zidane recupera al mejor Isco y le pide goles

«Quieren que tenga un problema con Gareth, pero no lo hay», subrayó el entrenador en Pamplona. Alegría por el golazo de Jovic, el segundo de la temporada: «Lo necesitaba»

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Tomás González-Martín

Zidane analizaba que el Real Madrid no podía desmoronarse por una derrota. No había llegado hasta aquí para tirar la toalla blanca por un revolcón. Su equipo necesitaba una victoria para superar el golpe de la Copa. No hizo las cuentas de la lechera del inolvidable Vujadin Boskov, que cuando las Ligas eran de dos puntos por triunfo sumaba seis si vencían sus huestes y perdían el Barcelona y el Atlético. «Han sido tres puntos, no más, pero muy importantes», señalaba el francés. «Hemos ganado a un rival muy complicado, que se adelantó en el marcador a balón parado y fue entonces cuando reaccionamos , sí, pero lo hicimos bien» . Venció con Bale en el once tras cuatro partidos ausente .

Zidane y el enigma Bale: «Quieren que tenga un problema con Gareth, pero no lo hay; eran tres puntos muy importantes»

Isco fue el mejor hombre del líder. Su jefe lo confirmó: «Es un gran futbolista, un jugador muy importante de la plantilla. Me gusta mucho técnicamente, ha hecho un partidazo y me alegro por su gol». Expuestos los elogios, sacó su gen ganador. Exigió más a un talento que debe sacar más de su tetera mágica: «Tiene que marcar más goles». No permitió ni un atisbo de aburguesamiento, pues el elogio debilita.

Quien nunca se debilita con las alabanzas es Lucas Vázquez. Volvió a ser determinante cuando sale. Otro gol. El gallego fue clarividente al valorar la relevancia de la victoria: «Su hubiéramos perdido habrían surgido las dudas, pero no lo permitimos».

Zidane se felicitó especialmente por la diana anotada por Jovic, la segunda de la temporada. «Necesitaba el gol y me alegro por él», comentó en el seno del vestuario.

«¡Ramos muérete!» y un mechero lanzado hacia él

Ramos, leyenda vivía del Real Madrid, firmó el gol número 115 de su carrera, 61 rubricados con su cabeza. Era el tanto de la remontada. Segundos antes había protagonizado un incidente con Unai García y la afición local estaba caliente. Los radicales cantaron «¡Ramos muérete!» mientras el sevillano miraba hacia el público en la celebración. Los radicales rojillos le lanzaron un mechero que no impactó en su cuerpo. La Liga denunciará los hechos para que el Comité de Competición tome medidas disciplinarias.

Ninguna medida de ese tipo piensa tomar Zidane con Bale. El responsable del Real Madrid reflexionaba que habitualmente le hacen una decena de preguntas cada día sobre el galés para ver si mete la pata y crea un conflicto dialéctico. Tiene los glúteos pelados, como decía Luis Aragonés, y ya no le pillan en un renuncio. «Quieren que tenga un problema con Gareth, pero no lo hay», argumentaba. «Ha estado bien defensiva y ofensivamente. Lo ha dado todo. Se encontraba un poco corto físicamente al final y le cambié. Nos va a dar mucho».

El francés se siente, como hace tres años, con la sartén por el mango de la Liga. Es él quien inyecta presión al Barcelona, no al revés. Con Casemiro, Mendy, Carvajal, Ramos y Valverde vive seguro. Pasillo de seguridad.

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