Real Madrid - Atlético
Zidane detiene la tormenta
El técnico mantuvo su ideario para superar la crisis y el equipo volvió a confiar en él. Los jugadores del Real Madrid reaccionaron ante los malos resultados y las críticas, unidos a su jefe
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Florentino Pérez lo definió perfectamente: « A Zizou puedes decirle lo que quieras, pero lo que tiene en la cabeza no lo cambia por mucho que le hables y al final hará lo que él piensa, no le harás variar de opinión». Así es Zidane. Así decidió colgar las botas en 2006 cuando el presidente le presionaba para que cumpliera el año que le restaba de contrato. No lo jugó. Se retiró. Catorce años más tarde sigue siendo el mismo. Durante estos tres meses de vaivenes de resultados ha mantenido siempre su ideario como entrenador. No pensó egoístamente en salvar su cargo. No arriesgó con Ramos en el Sánchez Pizjuán, ni con Carvajal ante el Borussia Moenchengladbach. Solo pensó en alinear a los futbolistas en mejores condiciones físicas. Ahora ha explicado a sus pupilos que tras dos victorias que han transformado el sentir del club, conseguir un tercer triunfo ante el líder de la Liga sería la confirmación de una remontada real y psicológica que puede hacerles luchar por todo tras haberse visto en la nada.
«Creed en lo que yo hago», dijo Zidane al equipo antes de la semana decisiva. Los jugadores mantuvieron su confianza en el entrenador que ha ganado once títulos
«Es la oportunidad de demostrar lo que somos y queremos defender el título que ganamos la temporada pasada». Las palabras del marsellés lo dicen todo. Cada semana de entrenamiento es un examen que pone a su plantilla. Cada partido es el examen «cum laude». Esas pruebas han sentado a Isco, Marcelo y Asensio para dar protagonismo a Lucas Vázquez , Rodrygo y Vinicius. Ha cambiado de hombres, no de ideario. Morirá con él, sin dejarse influenciar por la prensa o por opiniones de la dirección deportiva. Cuando alguien le aconsejó alinear a un futbolista para una cita importante, dejémosle en el anonimato, no le dio un minuto. Zinedine decide para bien o para mal. No admite consejos. Y los futbolistas confiaron una vez más en sus creencias, las que les dieron tres Champions, y volvieron a salir del atolladero.
«Somos capaces de todo, nos vieron eliminados de todo y hoy estamos vivos en todo, líderes de grupo en la Champions; ¿Ahora qué van a decir?», señalaba un líder del equipo
Para el responsable deportivo del Real Madrid es fundamental la lealtad y la disciplina de comportamiento en el seno del grupo. Al final observamos que Lucas Vázquez, Rodrygo y Vinicius juegan porque rinden y han sabido encajar los golpes de la suplencia, a veces injusta. Lo mismo sucede con Valverde, alta para el derbi junto a Carvajal. El uruguayo merecía entrar en el once hace mucho tiempo, antes de ser titular, y vivió esa transición lenta que aplica el técnico hasta formar parte del esquema de los grandes partidos. Son los resultados los que fuerzan el cambio. Si Zizou vence con los veteranos, no hace variaciones. Con ellos celebró once títulos. Así es y así morirá en el campo. Nadie le cambiará.
Valverde es alta y aspira a tener minutos en el derbi; Carvajal puede regresar al lateral derecho
Los dos triunfos cosechados en los dos últimos encuentros le permiten pensar en las metas más altas. «Ahora mismo el Atlético es el favorito para ganar la Liga», señala Zidane para intentar debilitar al rival con el halago. Esconde que él opina que si vencen hoy ese favoritismo será menor. El responsable del Real Madrid analiza que si mantienen la disciplina táctica en el campo los noventa minutos, que es el quid de la crisis, pueden volver a conquistar el campeonato español y dar pasos adelante en la Champions. Es lo que pidió a los futbolistas en los últimos días con esa crudeza rodeada de voz baja que marca su manera de hablar. Cortita y al pie, pocas palabras pero determinantes.
La importancia del grupo
Marcelo, hoy suplente, ha ejercido de capitán para apoyar al entrenador y la unidad de la plantilla en esta fase crítica. Es otro comportamiento que valora el técnico. Si no se juega dentro del césped hay que hacerlo fuera. El buen ambiente era fundamental cuando los resultados no salían. «Nos habéis matado demasiado pronto», señalaba otro capitán en referencia a ciertos medios de comunicación. «Somos capaces de todo», era una frase que los líderes del equipo decían antes del encuentro de Champions y que propagaron después de ser primeros de grupo. «¿Y ahora qué vais a decir?». Hay cuentas pendientes.
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