Entrevista
Vinicius: «En el Real Madrid no hay sueños, hay metas»
Entrevista con el jugador brasileño, que aúna el arte del regate y la velocidad. A sus 20 años y con la cabeza muy bien amueblada, asume la responsabilidad que implica trabajar en «la empresa más exigente del mundo»

Es un talento puro de Brasil, el arquetipo de jugador de pueblo modesto, Sao Gonçalo es el suyo, que disfruta regateando rivales hasta marearlos. Posee esa genialidad que da el país para driblar rivales con facilidad. Cacau, el primer entrenador que abogó ... por su carrera al más alto nivel, dice que desde niño era un adelantado a su época. Podía jugar con futbolistas mayores porque su calidad era superior. Tiene el aura de los extremos de su tierra . Cuando anotó su primer gol en el Real Madrid , en noviembre de 2018 frente al Valladolid, saludó al Bernabéu como si se quitara un sombrero en su honor. Entiende el fútbol como espectáculo. Tiene 20 años y se le exige como a un veterano, porque milita en un club donde no hay tiempo para formarse. ABC habla con Vinicius por teléfono en la concentración de la selección brasileña en Teresépolis, antes de volver a Madrid.
Crisis del Covid-19: «Ha cambiado nuestras vidas y somos unos afortunados los que podemos seguir viviendo de nuestra profesión; realmente es durísimo salir a jugar los partidos sin la pasión en las gradas. Echo de menos el público»
Su seleccionador, Tite, le ha definido bien: «Vini es un jugador de amplitud, tiene el uno contra uno, unas virtudes físicas extraordinarias. Si un coche normal tiene cinco marchas, Vini tiene ¡siete marchas! El toque, la aceleración, el uno contra uno impresiona». El extremo habla de sus sensaciones en el Real Madrid, de la presión. No la siente. Como diría Tite, le va la marcha.
Para la historia queda la respuesta que dio a sus apoderados , Fred Pena y Lucas Mineiro cuando, con 17 años, le pidieron que eligiera el club por el que deseaba fichar. Les contestó con un mensaje. «Real, papito».
El ruido sobre las palabras de Benzema: «Lo ha dicho muy bien, ruido. Entre profesionales hay códigos que ustedes desconocen. Karim y yo sabemos el terreno en el que nos movemos y nuestra relación es excelente»
—Le quisieron fichar el Barcelona y clubes ingleses, pero eligió el Real Madrid ¿Por qué? ¿Quién le aconsejó, o fue usted quien decidió?
—Es verdad que hubo varios clubes que se interesaron por mí, pero no tuve que pensar mucho sobre esta cuestión; desde el primer momento tuve claro que mi destino tenía que ser el Real Madrid.
—¿Lo tenía tan claro a los 17 años?
—Para todos los niños de Brasil, el Real Madrid es lo más grande. Todos los niños brasileños soñamos con jugar en el mejor club del mundo. Naturalmente, para mi familia lo primero de todo es mi felicidad, y ellos me apoyaron siempre en todo. No fue muy complicado porque mi familia adora al Real Madrid.
—Desde el primer día fue un jugador distinto, rápido. Rompía defensas ¿Disfruta regateando o qué es lo que más le gusta del fútbol?
—Ese ha sido mi estilo desde pequeño, el regate lo llevo en la sangre. Siempre me ha gustado el fútbol en velocidad y el uno contra uno para buscar pases al compañero en situaciones de ventaja clara. Todo eso forma mis principales señas de identidad, pero es claro que al llegar al Real Madrid, al fútbol de la élite de Europa, sabía que a mi fútbol innato iba a tener que añadirle otras cosas. Y creo que lo estoy consiguiendo.
—Para que quede claro, ¿entonces usted continúa en la etapa de aprendizaje de fútbol europeo?
—¡Por supuesto! Que nadie piense que ya ha visto todo lo que se puede ver de mí. Yo lo noto día a día; noto que aprendo algo más y que mi cabeza, mis sensaciones, se están haciendo con lo que el fútbol europeo exige. Yo sé que dentro de mí hay un jugador que se está haciendo y que tiene mucho margen de progreso.
—¿Ha llegado a sentir que se duda de su capacidad para triunfar en el Madrid?
—Si yo creyera que ya he hecho todo lo que se necesita para triunfar, lo mejor que podría hacer es marcharme o dedicarme a otra cosa, no al fútbol. La fuerza de un deportista está en dudar siempre, en tener autocrítica y en pensar que siempre ha podido dar más de lo que dio en el último partido, en el último entrenamiento.
—Cuando usted fue titular del Real Madrid, a los 18 años, todo el mundo le vio como un soplo de aire fresco. ¿Ahora tiene usted la sensación de que ha perdido ese valor añadido?
—Supongo que todos los jugadores que debutan en el Real Madrid y en el fútbol en general tienen el valor añadido de la novedad, y que eso genera muchas ilusiones en la afición. No me preocupa tanto lo que se piense de mí, como lo que yo mismo pienso de mí. No es negativo ser un jugador con capacidad de sorpresa.
—¿Es injusto que se le exija tanto a un chaval? ¿La presión del Real Madrid es excesiva para un joven?
—Pero es que me gusta la exigencia. Venir al Real Madrid no es para pasarlo bien en los entrenamientos y trabajar con los mejores del mundo. Venir al Real Madrid es venir a la empresa más exigente del mundo. Habría que preocuparse el día en el que a los jugadores del Real Madrid no se nos exigiera tanto. Y eso, estoy seguro de que no va a suceder.
—¿Qué tiene que decir de aquellas palabras de Benzema? ¿Se armó demasiado jaleo? ¿Le dolió tanto ruido?
—Lo ha dicho muy bien, ruido. Ese ruido no es para mí. Entre profesionales del fútbol sabemos muy bien lo que hay. Tenemos códigos que ustedes desconocen. Karim y yo no sólo somos compañeros del mismo equipo, que ya es mucho; somos profesionales y sabemos el terreno en el que nos movemos. Mi relación con Karim es excelente.
—Ha ganado la Liga y una Supercopa. ¿Qué sueños tiene?
—¡Todos! En el Real Madrid no hay sueños, hay metas. Y nuestras metas son todas. La Champions, por supuesto. Y ganar más Ligas... Quiero conseguir todos los grandes títulos, porque es lo que te exige pertenecer a este club.
—¿En quién se fija más para aprender de los futbolistas actuales?
—Aprendo de todos. Naturalmente, como atacante me fijo en ellos, en los delanteros. Todos tienen algo que me llama la atención y pienso: «Eso que ese tiene me gustaría tenerlo o eso que tiene aquel me gustaría tenerlo». Pero también aprendo de los centrocampistas y los defensas. ¡Aquí se aprende hasta de los porteros!
—Tiene como competencia directa a Hazard y Asensio. ¿Eso le anima a trabajar más para tener minutos?
—No llevo muchos años aquí, he comenzado mi tercera temporada con el Real Madrid, pero, por lo que sé, la competencia ha sido siempre así en el mejor equipo del mundo. Si no la hubiera, no habría ganado todo lo que ha ganado y no sería el mejor equipo del mundo. Mi competencia no son Hazard y Asensio. Mi competencia son todos los jugadores, porque todos son buenísimos.
—¿Falta gol en el equipo?
—No conozco a ningún entrenador o jugador que prefiera ganar los partidos por 1-0 antes que por 2-0. Todos siempre queremos ganar y ganar con muchos goles.
—¿Cómo se ve dentro de seis años?
—Quiero imaginarme aquí, en el Real Madrid, con la sensación de estar cumpliendo con los objetivos. Quiero imaginarme que sigo siendo un futbolista útil y necesario. Quiero imaginarme orgulloso de mí mismo y con la afición llenando el nuevo Bernabéu todas las semanas.
—¿Esta tristeza de los estadios vacíos le ha hecho daño, le ha dolido?
—La pandemia ha hecho mucho daño a miles y miles de personas en todo el mundo. Ha cambiado nuestras vidas y somos unos afortunados los que podemos seguir viviendo de nuestra profesión. Hablando estrictamente de los estadios y del fútbol como espectáculo, realmente es durísimo salir a jugar los partidos sin la pasión en las gradas. Echo de menos el público, esos aficionados que te animan y que mencionan tu nombre cuando pasas cerca de ellos por la banda. Uno piensa: ¿qué estará haciendo esa gente ahora? ¿Será igual de feliz viéndonos por su televisión? No. A veces es mejor no pensar en eso para no venirte abajo, lo que está pasando es muy duro.
—Ha vuelto a la selección ¿Se siente aún extraño ahí, junto a los mejores jugadores brasileños?
—Me siento muy ilusionado y es un honor estar con la selección de mi país. Tenemos grandes objetivos y creo que Brasil está capacitada para pelear por todo.
—¿Echó de menos a Rodrygo? En la anterior convocatoria él estaba ahí y usted no.
—Rodrygo esta vez fue llamado para estar con la selección olímpica y lo hizo bien, con un gol y con una buena jugada que Reinier también convirtió en gol ante Corea del Sur. Para Brasil esta categoría es importantísima. Rodrygo sabe que Brasil cuenta con él para todo.
—¿Le dolió el ruido que generó aquel comentario de Benzema sobre usted?
—Lo ha dicho muy bien, ruido. Ese ruido no es para mí. Entre profesionales del fútbol sabemos muy bien lo que hay. Hay códigos que ustedes desconocen. Karim y yo no sólo somos compañeros del mismo equipo, que ya es mucho; somos profesionales y sabemos el terreno en el que nos movemos. Mi relación con Karim es excelente.
Los consejos de su ídolo, Ronaldo Nazario
Vinicius manifiesta que «yo escogí donde quería jugar», el Real Madrid. Uno de los culpables de esa elección fue Ronaldo Nazario, que triunfó en el club blanco en su última etapa como jugador. Para Vinicius, saber que Ronaldo y Roberto Carlos fueron dos baluartes del equipo madrileño era muy importante. Fueron espejos para muchos niños brasileños. «Antes de los partidos yo me ponía vídeos de Ronaldo y ya siempre los veía». La magia del delantero merecía un estudio detenido de sus movimientos: « Miro jugadas que yo puedo usar e inspirarme», señala Vinicius , que desde que conoció al ariete trabó una amistad para siempre. El hoy presidente del Valladolid le ha dado muchos consejos desde que llegó al Real Madrid hace dos años. La presencia de Ronaldo en el césped del Bernabéu en la presentación de Vinicius como jugador del club blanco lo decía todo. Se hizo fotos junto a su ídolo, su consejero, su defensor ante las críticas .
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