Real Madrid

Valverde, idilio con la Supercopa de España

Mejor jugador en la final de 2020, el uruguayo vuelve a ser decisivo en Arabia Saudí y se postula para tener más minutos en el Real Madrid

Federico Valverde celebra su gol al Barcelona
Tomás González-Martín

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Es madridista hasta la médula. Siente los colores como si se hubiera criado en ‘la fábrica’ desde niño. Llegó al Real Madrid hace cuatro años, pero sabía que el club español le seguía desde antes y su anhelo era llegar a la casa blanca. Cuando firmó su fichaje y conoció en carne propia la idiosincrasia de la entidad supo que este era su sitio y se entregó en cuerpo y alma a la causa. Sufre con las derrotas aunque no salte al campo. Federico Santiago Valverde Dipetta lleva en su sangre el ADN del Real Madrid, no es egoísta.

Se ganó la consideración de Zidane y se consagró de la mano del francés, hasta ganarse la titularidad. En los últimos tiempos había perdido ese pedigrí, colocado como extremo falso y hasta como lateral, todo con tal de darle el protagonismo que se había labrado con su esfuerzo sobrehumano. Estaba rabioso en su afán por recuperar el sitio en el equipo, hoy dirigido por Ancelotti. La celebración de su gol , el que eliminó al Barcelona, le permitió explotar esas sensaciones, jaleado por Pintus.

Hace dos años, en Jeda, el uruguayo fue elegido el mejor jugador de la final de la Supercopa. Entonces, una carrera de galgo casi imposible cortó una escapada de Morata hacia la victoria. Valverde fue expulsado. Simeone le dio la mano cuando salía del campo. Y le designaron el mejor, porque su partido fue muy completo. Ahora, dos años más tarde, en Ryad, ha vuelto a ser letal con su gol en la prórroga ante el Barcelona. «Fede», como le llama el vestuario, pide paso, pero como centrocampista puro, en su sitio natural, sin experimentos con gaseosa.

José Emilio Santamaría, el uruguyao más importante de la historia del Real Madrid: «Este chico es muy buen futbolista, tiene mucho futuro, es un jugador para una década, por eso le han renovado por muchos años»

En la empresa le piden paciencia. El verano pasado renovó hasta 2027, una demostración de confianza en su calidad y en su porvenir. El muchacho lo sabe, pero ya había alcanzado la titularidad y quiere recuperar ese rol. No se aburguesa, no se conforma, siempre quiere más.

«Este chico debe jugar, tiene futuro y por eso le han renovado por muchos años, se había ganado la titularidad y posee condiciones para estar en el Real Madrid diez años, toda su carrera ». José Emilio Santamaría , el uruguayo más importante de la historia del Real Madrid, lo manifiesta con rotundidad.

El central legendario habló con Valverde y sus padres hace tiempo y le dio al chaval buenas «orientaciones, que no consejos» de lo que debía hacer en el Real Madrid para llegar a lo más alto. Y sobre todo le dijo lo que no debía hacer «para no cometer errores». Le explicó cómo era la casa y los códigos deportivos que la rigen: « Rendimiento, sacrificio, respeto y disciplina ».

Federico los ha cumplido a rajatabla sin problema, son virtudes que lleva intrínsecas en su forma de ser. Es uruguayo, competidor hasta el último segundo. Un gladiador . Nunca podrán decirle que no lo dio todo. Santamaría lo subraya. «Es muy buen futbolista, joven y tiene bastantes años por delante en el club, está preparado para ser el relevo de ese futuro. Estoy contento por su gol, que fue decisivo, posee muy buenas condiciones. Anteriormente dejó de jugar porque sufrió algunas lesiones, pero este chico tiene un sitio en el Real Madrid». Ese es el objetivo del suramericano. Recuperar su silla en el once.

« Vamos carajo, sabe Dios todo lo que trabajas para que las cosas sucedan, paciencia, trabajo y sobre todo amor al club, huevos nunca te faltan, te amamos carajo, sos nuestro orgullo», escribió su mujer, Mina Bonino, tras la victoria sobre el Barcelona. Ella destaca ese amor al Real Madrid y esa entrega en cada entrenamiento, en cada partido que, en efecto, resaltan en la entidad.

Fue el renacimiento de Modric en la Liga ganada en plena pandemia la causa de su pérdida de protagonismo. Valverde piensa que su lugar está en el centro del campo, como interior, aunque está dispuesto a jugar de todo. Lo ha hecho hasta de medio centro, en sustitución de Casemiro. Le han probado en diversas misiones porque su potencia, su zancada y su resistencia durante noventa o ciento veinte minutos pocos pueden imitarla.

El uruguayo ha sido siempre importante en los enfrentamientos con el Barcelona de los últimos tres años, con cinco victorias consecutivas de los blancos. En el Camp Nou ha sido una trituradora. Es en los momentos duros cuando se hace imprescindible para el entrenador, sea Zidane o Ancelotti. Es un dato que lo dice todo. « Fede» se hace necesario en las emociones fuertes.

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