Fútbol
La última bala del Real Madrid: «Ahora, a pensar en la Liga»
Tras la eliminación en Champions, el Madrid ya pone el foco en el torneo doméstico
Hay un discurso en Zidane que jamás ha sufrido una sola coma de modificación en sus cinco años, divididos en dos etapas, como líder del banquillo del Real Madrid . El técnico francés ha sido una roca cuando se le ha preguntado por la calidad y la valía de sus jugadores. Es cierto que en el verano de 2019 hubo una pequeña excepción con Bale, seguramente bien merecida por la falta de profesionalidad del galés, pero en el 99,9 por ciento de las ocasiones que se ha puesto en duda el potencial de la plantilla de Zidane, ahí ha estado el francés para dar la cara y presumir de alumnos. Lo ha hecho en las buenas, que es lo fácil, pero sobre todo lo ha escenificado en las malas, como ha sucedido esta temporada tan influenciada por los efectos del coronavirus.
En enero, el Real Madrid fue eliminado de manera inesperada en las semifinales de la Supercopa de España por el Athletic y en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey por el Alcoyano , un Segunda B. En Liga, los blancos estaban a diez puntos de distancia del Atlético y en Champions las sensaciones eran muy negativas de cara a la eliminatoria de octavos frente al Atalanta. El desenlace de la temporada no podía vislumbrarse más oscuro y el runrún de un posible despido de Zidane cogía más fuerza que nunca, pero ni así el técnico francés se arrugó: «Todos los días estoy fuera de este club... Me reivindico con los jugadores en que nos dejéis trabajar. El año pasado la Liga la ganamos nosotros. No hace diez años, el año pasado. Tenemos el derecho a pelear la Liga. Os pido solo un pequeño respeto a todo esto».
Aquel mensaje, seguramente el más enfurecido y vehemente de Zidane como entrenador, lo ha repetido en más ocasiones ya de un modo sosegado y pacífico, pero el fondo no ha cambiado. Zidane siente pasión por sus jugadores y así lo manifestó en la previa contra el Chelsea -«no me parece un milagro haber llegado hasta aquí. Si estamos donde estamos es por nuestro trabajo y es merecido. En el fútbol no hay milagros»-, y tras la eliminación: «Estoy orgulloso de mis jugadores. Lo hemos intentado y hemos llegado hasta aquí, a un paso de la final».
No le falta razón a Zidane . El Madrid ha llegado hasta las semifinales de la Champions cuando todo el mundo le dio por eliminado, primero en la fase de grupos y luego en la ronda de octavos y cuartos. Ha muerto en la orilla, pero lo que en otras situaciones hubiera sido una decepción es en estos momentos un motivo de satisfacción. Con 58 lesiones, once jugadores con Covid y una profundidad de plantilla bastante más pobre que en su primera etapa en el banquillo, Zidane ha obrado un milagro, aunque éno quiera llamarlo así: «Cuando pierdes una semifinal no puedes estar contento y es normal. Es un momento duro, pero mañana volveremos a entrenar. Ahora, a pensar en la Liga».
Este fue el mensaje más repetido tras el palo de Londres: «Después del año que hemos tenido de lesiones, de sacrificios, de bajas, de covid, sin público... Lo hemos intentado, pero ellos fueron mejores y ya no podemos lamentarnos. Hay que pensar ya en el Sevilla», explicó Casemiro. «No es fácil llegar a la final cada año, a veces te encuentras un equipo que es mejor», dijo Courtois, el mejor del Madrid en Stamford Bridge . «Lo intentamos de todas las maneras, pero ellos saben jugar muy bien al fútbol. Lo hicieron en nuestra casa y aquí también. Ahora, nos quedan cuatro partidos importantísimos para ganar la Liga y tenemos que seguir con la cabeza centrada», comentó Vinicius.
Con un ojo en el Camp Nou
Efectivamente, el Madrid tiene cuatro partidos por delante para revalidar su título doméstico y, aunque no depende de sí mismo, tiene serias opciones de tocar metal. El calendario ha sido caprichoso y ha planificado un fin de semana donde los cuatro aspirantes al título se medirán entre sí. El sábado, el Barcelona recibe al Atlético en el Camp Nou . Si los de Simeone no ganan en la Ciudad Condal permitirían al Madrid tener la mano ganadora, pero los de Zidane también tienen que cumplir con sus obligaciones. No les vale solo con un favor del eterno rival. Deberán ganar los cuatro partidos que le restan, y delante no tendrán rivales en chanclas y bañador. Sevilla y Villarreal en Valdebebas y visitas a Los Cármenes y a San Mamés, donde esperan dos equipos aguerridos como Granada y Athletic. Ha muerto la Champions, pero la Liga sigue viva.