Real Madrid

Solari se gana el respeto

El argentino consolida su crédito con una apuesta por la juventud y varias decisiones duras en su objetivo de hacer que las figuras jueguen en equipo

Tomás González-Martín

Santiago Solari llegó al Real Madrid como una ambulancia en una situación de urgencia. Salvó al enfermo, lo estabilizó, lo subió a planta, soportó algunas recaídas y al final supo sacarlo de la crisis para salir adelante y alcanzar una salud envidiable que le ha permitido rendir como hace nueve meses, ayudado por el profesor Pintus. El argentino se ha ganado el respeto del Real Madrid y de la afición. El club blanco destaca su claridad en los objetivos y en la manera de alcanzarlos. Deseaba que este grupo de grandes futbolistas pueda jugar como un equipo, con ayudas constantes en defensa, y lo ha conseguido. Hoy todos presionan y aportan trabajo destructivo, sin excepciones, desde Vinicius a Modric pasando por Benzema. Tras varios meses de sufrimiento, Santi Solari ha podido situar al club en la lucha por las tres competiciones . Ramos es su apoyo en el campo para alcanzar esa meta .

Fiel a su ideario: Solari logró que un once repleto de figuras defienda como un equipo; Vinicius y Reguilón son apuestas suyas

Tuvo que tomar decisiones duras para escapar de un hundimiento físico grave y poner al plantel en un estado aceptable para volver a competir. Primero sentó a Isco, después a Marcelo y Asensio, a la espera de obtener una mejor forma de ambos, y hoy nadie discute sus posicionamientos. Dio protagonismo a Reguilón, Ceballos, Fede Valverde y Vinicius para inyectar energía a un equipo sin oxígeno y su apuesta fue acertada. Es uno de los puntos clave en el sobresaliente que le pone el club.

En el fuero interno de la entidad se destaca su humildad para dar el protagonismo a los jugadores y su saber hacer con mano férrea. Se valoran su manera de rotar jugadores y de saber dirigir a un equipo que ha mezclado estrellas y canteranos, veteranos y noveles, con un éxito difícil de conseguir.

Lecciones aprendidas: el argentino falló en los onces ante el Éibar y el CSKA de Moscú y aprendió que en el Madrid no valen los experimentos

Los técnicos dependen de sus resultados, pero el argentino se labra su continuidad. La casa blanca subraya su capacidad para conseguir que todos los futbolistas muerdan y presionen desde arriba, en un movimiento en grupo del equipo que gira como un barco, siempre hacia el flanco donde está la pelota y que solo sin marcar al lateral del lado contrario.

El balance de Solari la mando del Real Madrid ha cambiado mucho desde que tomó las riendas el 29 de octubre. Ha dirigido al equipo en trece jornadas de Liga y suma 31 de los 39 puntos posibles, con diez victorias, el empate de Villarreal y dos derrotas, ante el Éibar y la Real Sociedad.

En Ipurúa, un campo estrecho que pide lucha y fútbol directo, recibió su primera lección. Perdió 3-0 con una alineación que dejó en el banquillo a Carvajal y no contó con Llorente, quien aún no tenía la confianza del técnico. La tuvo inmediatamente, pues tres días más tarde fue el medio centro en Roma y destacó como uno de los mejores hombres del Real Madrid en el triunfo europeo por 0-2. El canterano se ganó allí la fe del argentino.

Ya nadie discute sus onces

Aunque Solari manifestara en Villarreal que «hay que valorar también los empates», lo cierto es que en la Liga solo ha vivido esa igualada. Suma otra en la Copa muy positiva, en el Camp Nou (1-1), competición en la que acumulaba seis victorias previas. Ahora aspira a ser finalista si vence al Barcelona o empata sin goles en el Bernabéu.

En la Champions obtuvo dos triunfo contundentes, el 0-2 en Roma y el 0-5 en Pilsen, pero el 0-3 del CSKA de Moscú en Chamartín le dio una segunda lección que asimiló bien. Pagó su última novatada al más alto nivel. En su prioridad por dar descanso a muchos jugadores presentó una alineación repleta de bisoñez, con varios jugadores inexperimentados, y los rusos se impusieron con claridad. Se acusó la ausencia de Ramos, Varane, Modric, Lucas y Kroos, quien salió en la segunda parte. Solari aprendió que no se pueden hacer experimentos en el Real Madrid, porque este club tiene una presión que exige ganar siempre.

No ha vuelto a cometer errores desde entonces. Ganó el Mundial de Clubes con rotundidad, a la espera de la mejoría física de la plantilla. Pintus le dijo que ese salto adelante llegaría en el ecuador de enero. Así fue. Los blancos vencieron al Betis y al Sevilla, tutearon al Barcelona en la Copa y se impusieron al Atlético. El entrenador ha creado un once que en septiembre nadie se creería, con Vinicius y Reguilón al frente y Llorente como relevo de Casemiro. Mantiene su ideario y ya nadie le discute. Se ha hecho respetar.

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