Real Madrid
Sergio Ramos, un ejemplo de superación
El líder de la plantilla madridista vive una segunda juventud gracias a un trabajo constante por mantener la forma
Es un caso único en el fútbol español, una demostración de ambición constante, un ejemplo de superación. Raro, lleno de tatuajes, con cambios de imagen constante, Sergio Ramos es la versión moderna del jugador que define al club. Cada día tiene más hambre de títulos. Suma cuatro Champions, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, cinco Ligas y otros éxitos y quiere más. Sueña con igualar las Copas de Europa de Di Stéfano y con superar la cifra de partidos de Raúl en la entidad. Esta es la Liga de Ramos . Zidane le ha entregado la confianza del control del vestuario .
El capitán ha sido el hombre esencial para ganarla, el jugador que presionó a sus compañeros para sufrir y mejorar, el defensa que se convirtió en el segundo mejor rematador del equipo, el líder que fue el espejo para todos con su entrega. El Real Madrid tiene claro que sin Ramos hoy no sería campeón.
El central ha aportado la seguridad necesaria en los momentos duros y la confianza cuando más hacia falta. Manda dentro y fuera del campo y lo hace con su esfuerzo por delante. Su mensaje cala en la cocina blanca porque es el primero que se exige a sí mismo lo que exige al vestuario. Aplica el viejo lema: nunca os pediré nada que yo no esté dispuesto a hacer también.
Sacrificio físico
Sus críticos decían desde hace dos temporadas que ya estaba lento y debía buscarse su relevo. El sevillano escuchaba eso y trabajaba duro físicamente para mantenerse en forma y no perder condiciones. Realizaba una alimentación idónea para conjugarla con su entrenamiento muscular de pesas y sus ejercicios de resistencia, potencia y velocidad. Hoy, a los 34 años, tiene un cuerpo definido y ha limado la pérdida de punta de velocidad con el sentido de la anticipación y una colocación perfecta que le hace estar en todos los sitios cuando el equipo lo requiere, como vimos en Granada, bajo palos. Su visión de las jugadas le permite estar en el momento justo en cada situación. Eso se llama inteligencia mezclada con sabiduría y experiencia.
Sus compañeros elogian que su jefe protagoniza el mundo al revés, se encuentra mejor a medida que pasa el tiempo. Este Ramos actual es mejor futbolista que el de hace dos años. Tiene contrato hasta 2021 y renovará por un año más una vez acabe la temporada con este título en el palmarés.
Su seguridad en los lanzamientos de penaltis, suma veintidós aciertos consecutivos incluyendo dos tandas, refleja el liderazgo que tiene en la plantilla. Ha marcado desde los once metros goles decisivos para conseguir esta Liga. Hay que posee mucho temple para no dudar en esos encuentros que se decidieron por su disparo desde el punto fatídico. «Cuando más tensión hay, más cómodo me siento», advierte. Esa seguridad es la que necesita un equipo como el Real Madrid. Pocos jugadores la poseen. Ramos es el verdadero estandarte del club. Será muy difícil sustituirle.
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