Real Madrid
Otra debacle defensiva en Europa sin Sergio Ramos
Nefasto el Madrid en el engranaje defensivo y partido horrible de Militao y Varane. En Champions, el Madrid ha perdido siete de los últimos ocho partidos sin el capitán
El debut del estadio Alfredo Di Stéfano e n la Champions fue más entierro que boda. Y como en cada noche de luto continental del Real Madrid en los dos últimos años y medio, Sergio Ramos no estaba presente. Otra debacle europea sin el capitán, cuya ausencia provoca espasmos en el engranaje defensivo de los blancos. El Madrid ha perdido siete de los ocho últimos partidos sin él sobre el verde. Anoche, contra un Shakhtar plagado de suplentes por culpa del coronavirus, el Madrid escribió un reglón aún más torcido que el pasado sábado contra el Cádiz. Dijo Zidane tras la derrota contra los andaluces que se habían merecido irse al descanso con 0-3. Como ante los ucranianos, pero ellos sí que hicieron sangre en la herida.
El once de Zidane ya apuntaba nubarrones sobre el cielo gris de Valdebebas . Con el clásico a la vuelta de la esquina, el francés dio un giro de tuerca más a su innegociable política de rotaciones. Jovic y Rodrygo, titulares. Kroos y Benzema, suplentes. Mendy a la banda derecha, y Marcelo repitió en la izquierda. Un pandemónium que explotó en solo 45 minutos.
El Madrid corría y corría detrás del balón sin robar ni una sola pelota, Militao y Varane salían al centro del campo dejando autopistas en sus espaldas, a la vez que los laterales no acompañaban para tirar la línea. Valverde y Casemiro deambulaban de un lado a otro del centro campo sin rumbo alguno y sin meter pierna, y Asensio no tiene ni la chispa ni la zancada que enamoraba a toda Europa antes de su grave lesión de rodilla. Como contra el Cádiz, el mejor del Madrid fue Courtois. Señal deprimente.
Cada llegada al área blanca del Shakhtar era una película de terror. Como ya sucedió contra el City y el Brujas el pasado año, o contra el Ajax hace dos ediciones. Militao es ese defensa que está en el límite para jugar en el Real Madrid y partidos como el de anoche no ayudan a que pase el corte. Blando en el primer gol, descolocado en el tercero y muy desacertado durante los noventa minutos. De Varane, autor del segundo de los ucranianos en propia puerta, nada nuevo cuando Ramos no le arropa en la cama. Sin el escudo del capitán, el francés se derrite como mantequilla.
Ni siquiera las ganas y el mejor tono de la segunda mitad, ya con Benzema y Vinicius sobre el campo sirvieron para rescatar al menos un punto. Se maquilló el resultado, pero nada más. Ya avisamos el día del sorteo que el grupo del Madrid tenía trampa. Vienen curvas en Europa. Y no hay frenos.