El derbi más insípido para el Madrid: «No esperaba más, la verdad»

En la puerta 34 y 35 del Wanda Metropolitano , en el lateral este del estadio rojiblanco, hora y media antes del inicio del derbi los aficionados rojiblancos colgaron una pancarta de tela blanca y tinta negra. Su escrito era contundente: «Entre la prensa y los de amarillo, 120 años de pasillo». Los de amarillo no son otros que los árbitros, que en tiempos modernos también visten de este llamativo color y, además, rima con pasillo, el tan manido tema de la semana entre dirigentes, jugadores, aficionados y cuerpo técnico del Atlético. Fue la última reivindicación de un asunto que veremos a ver si en el futuro a corto y medio plazo crispa o no las relaciones entre ambas entidades.

Sobre el verde, pasó lo que se preveía . Once de suplentes de Ancelotti y poca intensidad. Los últimos nueves días habían sido demasiado intensos como para dejarse la vida en un partido sin trascendencia: «En la primera parte hemos tenido más dificultad en la salida de atrás, y hemos perdido pases y duelos. El aspecto mental es muy importante en este tipo de partidos. En la segunda parte lo hemos hecho mejor. No podíamos pedir mucho más de este encuentro, que llega después de una semana muy excitante. No esperaba más, de verdad», analizó Carletto.

Su abrazo entre risas y confidencias con Casemiro , cuando este fue sustituido, demostró lo poco relevante que era este derbi y esta derrota para el conjunto blanco. El italiano desveló que seguirá con rotaciones ante el Levante y el Cádiz, y no será hasta la última jornada, contra el Betis, cuando ponga en liza el equipo titular que tiene en la cabeza para París: «Tenemos que llegar a la final con todos disponibles».

En la acera de enfrente, el 1-0 le permite obtener medio billete de Champions para la próxima temporada, pero Simeone prefiere mantener los pies en la tierra y evitar hablar tajantemente de meta conseguida hasta que realmente sea así: «Todavía quedan tres partidos y todos los rivales van a competir por llegar al objetivo, pero sí es un paso fuerte y con decisión». «En la lucha por la Champions quedan tres partidos y este ha sido un paso grande», explicó Oblak.

Una clasificación que ni le va ni le viene al Madrid, como Lucas Vázquez confesó: «¿Atlético y Barça en Champions? A mí lo que me interesa es que el Madrid haya ganado la Liga».