PSG-Real Madrid

Zidane defiende a Courtois: «No hay que señalar a nadie»

El entrenador del Real Madrid, molesto por la falta de intensidad: «La culpa es de todos»

Rubén Cañizares

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Anunciaba el pasado martes el Madrid en sus redes sociales y página web oficial, como es habitual el día previo a cada partido, la convocatoria para París , y como ante el Levante, la lista chirriaba. Tres porteros y tres centrocampistas, que realmente eran solo dos, porque James es un ‘10’ recolocado a la zona central del campo por causas mayores.

Un parche, como el que se hace con Isco, por la falta de efectivos en esa zona del campo, consecuencia de una planificación veraniega atrevida y osada por parte de Zidane . Limitar la plantilla a cuatro centrocampistas (dos de ellos por encima de los treinta años) cuando en tu sistema habitual juegas con tres, es ponerte el atuendo de funambulista. Y eso, normalmente, no suele salir bien, sobre todo si delante tienes un equipazo que junta un pivote, dos medios y tira a la bandas en la zona ofensiva a dos interiores. Inferioridad física en todos los balones divididos, limitación numérica que te hace perseguir sombras y balón, y una autopista para el equipo rival en cuanto un pase filtrado o un eslalon supera esa línea blanca tan debilitada. Carencias que para Zidane se resumen en una explicación quizás falta de más argumentos: «No entramos nunca en el partido, pero yo creo que es solo un problema de intensidad, que es lo más importante en el fútbol. Puedes jugar peor, pero si metes la pierna en un balón dividido estás en el partido. No ha sido así y me molesta. Nos han superado en el juego, en la media, en la intensidad... A este nivel y en esta competición, esto no se puede hacer. Ellos fueron muy superiores».

Sin milagros de Courtois

Tampoco parece buena idea comenzar la pretemporada con cuatro porteros, ceder a dos de ellos y vender al suplente el último día del mercado. Un suplente que solo perdía en la comparativa con el titular en la edad. La juventud de Courtois es el único argumento justificable para entender la decisión de elegir al belga por delante de Keylor Navas , aunque Zidane prefiera no abrir esta herida: «¿El primer gol? Cuando perdemos, la culpa es de todos. No quiero señalar a nadie»

No es mal guardameta Thibaut , pero su rendimiento está muy alejado de lo que exige estar bajo el larguero del Madrid. En el club blanco se necesita un portero que haga milagros. Courtois ni los hace, ni tampoco detiene las ‘sencillas’: «En el primer tanto, Di María chuta fuerte y no me da tiempo a reaccionar. Claro que estoy frustrado por recibir goles, pero evitarlos es trabajo de todo el equipo», aseguró el belga. En ese 1-0, no protegió bien su palo en el punterazo de Di María , y tampoco estuvo rápido en la reacción en el segundo tanto del argentino, disparo desde la frontal del área.

Solo la primera parte de Bale se puede rescatar del partido plano del Madrid en el Parque de los Príncipes , en el que no disparó a puerta ni una sola vez en noventa minutos, algo que no sucedía desde 2009, dato lapidario: «No me ha gustado este hecho. Con los jugadores ofensivos que tenemos en el campo, no disparar a puerta es raro y extraño», reflexionó Zidane

Gareth fue el único que hizo trabajar a Keylor e, incluso, llegó a batirle con una bonita vaselina con su pierna diestra que el VAR anuló por mano previa del galés. Fue lo único a destacar de un partido negro en París , que pone la primera plaza del grupo muy difícil y que provocará un esfuerzo extra para sellar el pase a octavos de final. Un golpe de realidad para un Real Madrid que transmite malas vibraciones desde verano, y a solo cuatro días visita al líder de la Liga. Las curvas solo acaban de comenzar.

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