Mundial de Clubes | Gremio-Real Madrid

La dramática infancia de Luan, la gran amenaza en la final para el Real Madrid

La estrella del Gremio perdió a su padre con tan solo cinco años, por culpa de un accidente de tráfico. Su madre tuvo que doblar turnos como limpiadora

Luan, la estrella del Gremio AFP
Rubén Cañizares

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Campeón olímpico en Río 2016 , con serias opciones de ser convocado para Rusia 2018 y considerado el mejor futbolista brasileño de los que no juegan en Europa, Luan Guilherme de Jesús Vieira (27 de marzo de 1993) es la gran amenaza del Real Madrid para la final del Mundial de Clubes.

Con la baja de Arthur, los focos iluminan más que nunca a este joven de 24 años del que Ronaldinho habla maravillas: «Es creativo y diferente. Un futbolista con mucha habilidad que piensa a otro velocidad. Pronto estará en Europa y a mí me gustaría verlo en el Barcelona, porque su estilo de juego encajaría bien en España y, por supuesto, en el Barcelona».

Como la exestrella brasileña, Luan viene de la cantera de Gremio, aunque en su caso el fútbol profesional llegó tarde a su vida. Natural de la ciudad paulista de San José del Río Negr o, Luan perdió a su padre con tan solo cinco años, en un accidente de tráfico, y su madre tuvo que doblar turnos como limpiadora para que nunca faltara comida en casa y pudiera cumplir su sueño de dedicarse al deporte rey. Fue la propia progenitora la que impidió que su hijo se hundiera tras perder a su figura paterna y le sacó del fútbol de la calle para aprender el oficio en el fútbol sala, antes de que Gremio se fijara en él, ya a tardía edad, con 21 años: «Crecí sin padre y eso es muy complicado. Pero mi madre siempre hizo lo mejor para mí. Me animó todo el tiempo a seguir adelante. Estar en el Gremio hoy es un orgullo para ella», explica el futbolista.

Su salto al fútbol once llegó con 19 años, algo nada habitual, en el Tanabi, equipo de la serie B del Campeonato Paulista, y luego jugó en el América, club de su ciudad natal. Dos años que le ayudaron a dejar de pensar con el chip de jugador de fútbol sala para centrarse en el fútbol once. Y ahí apareció el Gremio, para terminar de pulir a este diamante, de largo recorrido, exquisita técnica, creativo y con interesante aportación goleadora, cuyo ídolo es Ronaldo Nazario: «Me gusta driblar e ir hacia arriba, como él, pero no me gusta que se me compare con nadie. Quiero tener mi propio estilo». Hace tres semanas, se proclamó campeón de la Copa Libertadores, su primer gran torneo de clubes, y fue elegido MVP del torneo. Este sábado, su futuro salto a Europa, donde los grandes de Inglaterra y España le siguen de cerca, puede pasar a ser inminente si lograr destronar al Real Madrid como campeón del mundo.

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