Un Bale sin ofertas se sigue resistiendo a salir

Por más que el Real Madrid siga haciendo caja con el bombo de jugadores sin sitio en el curso 2019-2020, no hay focos suficientes que resalten el calado del caso Bale . El galés, en una encrucijada que se resume entre su voluntad por seguir en la capital española y la negativa de Zidane a entregarle un papel dominante en sus planes de futuro, representa al mismo tiempo una amenaza y una oportunidad para el club blanco.

El salario que percibe Bale supone un gasto prohibitivo para un jugador con rol secundario, por más que el pagador se trate del Madrid. El británico es el segundo jugador mejor pagado de la plantilla, por encima de los 10 millones netos al año. Su salida, hasta el momento, es un tema tabú que su entorno, personificado en su agente, Jonathan Barnett , se ha encargado de despejar cada vez que ha tenido ocasión. El estatus del futbolista está en esferas distintas cuando se compara la opinión que Zidane o la afición tienen de él (no jugó ninguno de los tres últimos partidos de Liga y fue pitado por la grada del Bernabéu en múltiples ocasiones durante el tramo final de temporada). Fue el propio representante de Bale quien dijo aquello de que la hinchada madridista debería «besarle los pies» al galés.

Por otro lado, ninguna pieza sería capaz de dejar tantos millones en caja como el ex del Tottenham. Las salidas de Llorente, Kovacic, De Tomás y, si nada se tuerce, Theo Hernández en las próximas horas dejarían en las cuentas del Madrid un plus de 125 millones de euros. Todo ello, con ventas pendientes como la de James, Mayoral, Ceballos o Lucas. Con todo, ninguno de ellos sería capaz de protagonizar el bombazo en el mercado que supondría una salida de Bale.

Su salida podría propiciar la acometida de una nueva contratación en la línea de ataque. Nombres como los de Mbappé o Neymar nunca han desaparecido del radar de Florentino Pérez, pero la salida del «11» abriría las puertas a un fichaje de campanillas de par en par, no solo por las posibilidades económicas que conllevaría sino por el vacío deportivo que dejaría, por más que hayan llegado Hazard o Jovic. El próximo lunes, en el aeropuerto de Barajas, todas las miradas estarán puestas en si uno de los billetes con destino a Canadá, donde el Madrid hará su pretemporada, lleva el nombre de Gareth Bale.