Los fiascos de Zidane en la Copa del Rey

No son las copas nacionales un territorio especialmente amable para Zidane . Durante sus años como jugador no consiguió levantar ningún título de este tipo en los equipos en los que jugó, a pesar de que con la camiseta blanca llegó a disputar dos finales. Como entrenador del Real Madrid, acumula cuatro eliminaciones, a cada cual más dura que la anterior. Anoche fue, sin duda, la peor de todas.

El primer verdugo de Zidane en la Copa fue el Celta de Vigo en la 2016/17, cuando el Real Madrid cayó eliminado en cuartos de final. En la ronda anterior se había impuesto al Sevilla, pero el conjunto blanco fue incapaz de sacar algo de provecho en su duelo frente a los gallegos. Primero se perdió en el Bernabéu y luego no se pasó del empate en Balaídos. «No estoy decepcionado porque al final, con el partido que hicimos, no puedo estarlo», dijo entonces.

Un año más tarde, en la 2018/19, fue el Leganés el que logró la gesta. El Real Madrid perdió el partido de ida en Butarque por 2-0 y en la vuelta no pasó del empate a uno. Aquella derrota no fue una más, pues según se supo después, pudo ser el detonante de la decisión que Zidane tomaría meses más tarde de abandonar el banquillo blanco. Aquel día sí se mostró especialmente dolido por la derrota: «Me siento responsable, muy responsable. Es un fracaso. Estoy muy decepcionado».

La última derrota hasta ayer fue contra la Real Sociedad la temporada pasada, la 2019/20. Fue un partido bonito de ver, con muchos goles (3-4) y con un Real Madrid que llegó a verse con 0-3 en contra en el marcador. A pesar de la reacción posterior, el conjunto vasco logró su pase a la siguiente ronda con un portentoso Isak y un Odegaard que dejó sus primeros destellos en el Bernabéu. «Estoy triste, cuando se pierde es que algo ha pasado. Para encajar cuatro goles hemos cometido errores defensivos», diría luego el francés.

El Alcoyano se convirtió anoche en la última pesadilla de Zidane en la Copa. Un equipo de Segunda B al que muchos teóricos titulares fueron incapaces de hincarle el diente. Una dura derrota que puede tener sus consecuencias en el club y su futuro, tal y como dejó entrever el propio técnico: «Pasará lo que tenga que pasar».