Al final de la escapada

Nada de administrar esfuerzos ni ramonear. Como el Granada aún cree en Europa, hay partido. Menudo partido

Si fuera por el juego exhibido por el Barcelona ante el Valladolid, el Madrid podría ir esta noche a Granada tan contento, porque la amenaza sería fantasma, pero hay que ganar. A nadie, como en la vieja canción de los felices ochentas, le gustan los lunes, pero este calendario exprés así lo exige. Los lunes son días, y más en julio, para olvidar, o para recuperarse. En Granada, en julio, la cosa es el Festival de Música en el Palacio de Carlos V (que vete a saber cuánto durará con el desquiciamiento de las estatuas), pero no un partido de fútbol, y menos uno en el que los números apuntan a un campeonato. Jugarse la Liga en una semana tiene su película, por ejemplo, como homenaje al gran Morricone, «Hasta que llegó su hora». La hora final. O mejor, tres finales.

El Madrid del postconfinamiento va ocho de ocho, los queridos ochos. Van ocho y dos goles en contra. Courtois, al que, como siempre, esos preclaros aficionados del Bernabéu le dieron por amortizado al comienzo de la temporada, está cercano a batir el récord de Buyo en 1987. En dieciocho partidos, la puerta a cero. Aquí nadie deslumbra, pero uno solo será el que se lleve la Liga. Victor Hugo escribió que «la utopía de hoy es la verdad de mañana», claro que, como recordara el gran Guillermo Cabrera Infante, «las utopías terminan en Etiopías». La utopía de ayer fue que este Madrid, que comenzó la temporada con un humillante tres a cero en París, que se desmadejó frente al City en la Champions con ese uno-dos, sea la verdad de esta noche: ganar en Granada, porque en Granada todos es posible, y alzarse unas horas después con el campeonato.

Ni el mismo Tomás Moro cuando concibió Utopía se lo habría creído, pero ahí está la constancia, la insistencia de Zidane. Ya les ha pedido un último suspiro, ya les ha repetido que las especulaciones las dejen para las vacaciones -quienes las tengan- y que solo vale ganar. Nada de administrar esfuerzos, ni ramonear. Como el Granada todavía se cree que puede estar en Europa, hay partido. Menudo partido.