Real Madrid
Los enigmáticos mensajes de Keylor Navas
El jugador del Real Madrid envía citas filosóficas y religiosas en momentos determinantes de su carrera profesional, también cuando es suplente

Keylor Navas se toma las suplencias de una forma filosófica. Así lo demostró en 2015, cuando compartía portería con Íker Casillas, y envió varios mensajes para canalizar sus emociones con mucha moraleja sobre su situación.
«Cuando un pájaro está vivo, se come a las hormigas. Cuando el pájaro está muerto, las hormigas se lo comen a él. El tiempo y las circunstancias pueden cambiar en cualquier momento. No subestimes o lastimes a nadie en la vida », escribió a principios de ese curso.
Más adelante en la temporada, también suplente con Ancelotti, escribió: « Puede que hoy seas poderoso, pero recuerda que el tiempo es más poderoso que tú . Se necesita solo un árbol para hacer un millón de cerillos y solo un cerillo para quemar un millón de árboles. Sé bueno y haz el bien».
Ambos mensajes fueron interpretados como señales hacia Casillas, otros consideraron que se trataba de una forma de tratar la situación personal.
Ya en 2018, contratado Thibaut Courtois , el costarricense volvió a mostrar sus emociones filosóficas y religiosas a través de un mensaje hacia su compañero: «No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia (Isaías 41:10)».
Ayer, justo cuando se dio a conocer el once inicial del Real Madrid para enfrentarse contra el Viktoria Plzen , regresó a su costumbre de los mensajes en redes sociales. Esta vez, también recogidas en la Biblia : «Pero bendito el hombre que confía en mí, que pone en mí su esperanza. Será como un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje está siempre frondoso. En tiempo de sequía no se inquieta y nunca deja de dar fruto (Jeremías 17:7-10».
Noticias relacionadas