Real Madrid
El desastre del Camp Nou acelera la llegada de Conte
La Junta directiva se reúne hoy para abordar el despido de Lopetegui. El club piensa que el plantel necesitan un técnico que sepa sacarles del apagón total
Lopetegui está sentenciado . El clásico era su examen final y la goleada ha significado el suspenso. El balance es espantoso, decepcionante, desesperante para los dirigentes y la afición del Real Madrid. La mala racha de resultados, cuatro victorias, dos empates y cuatro derrotas en Liga, es uno de los cinco peores comienzos ligueros de los últimos cincuenta años de la historia del club. La cúpula que rige la entidad piensa que el equipo no puede seguir así y requiere un cambio de mando.
Antonio Conte regresa desde El Cairo a Roma. El entrenador italiano estaba de vacaciones con su familia y vuelve a su país para negociar y firmar su futuro en las próximas horas
La Junta directiva y la dirección deportiva saben que los futbolistas se culpan del desastre y son, en verdad, los primeros responsables de esta crisis. Hay acuerdo general en esta visión. Pero Florentino Pérez, José Ángel Sánchez y otros hombres de confianza del club analizan que la plantilla necesita un hombre que consiga un vuelco total en el estado moral y físico de los jugadores. Los responsables de la empresa opinan que el plantel denota una falta de fe en ellos mismos, de motivación y de confianza en el campo que hace necesaria una intervención.
El proceso del cambio: la junta directiva debe aprobar el despido de Lopetegui por consenso. Luego ha de firmarse el finiquito, que será de seis meses. Después hay que anunciar el nuevo técnico
El Real Madrid planifica un cambio en el banquillo que solo tiene el compás de espera de una negociación con el sucesor elegido, Antonio Conte, y el tiempo que la casa blanca ocupe en poder hacer ejecutivo el relevo para dirigir a un grupo de hombres que lo ha ganado todo y ahora ha desaparecido cualitativamente en el césped.
Pintus y Mallo se quedarán
El «allenatore» italiano estaba de vacaciones en Egipto con su familia y regresa a Roma hoy para poder negociar su porvenir. Pero el proceso del cambio exige unas actuaciones internas ineludibles en las formas de comportamiento del Real Madrid.
El club ha convocado primero a la Junta directiva, en la tarde hoy, para estudiar la situación y determinar la conveniencia del cambio en el banquillo. Esta convocatoria se lleva a cabo siempre que hay una destitución del entrenador. Es una decisión que se aprueba por consenso. Una vez acordado el relevo, la entidad debe exponer a Lopetegui las causas del despido y firmar las rescisiones económicas de contrato del guipuzcoano y su cuerpo técnico. Antonio Pintus y Javier Mallo no entran en esa situación, porque son preparadores de la casa, no vinieron con el vasco. Y una vez firmado el finiquito, que es de seis meses de salario y ficha, hay que esperar la llegada del nuevo entrenador a Madrid para escenificar la presentación oficial. El equipo comienza la Copa del Rey el miércoles en Melilla y se presume que lo hará con un nuevo jefe en el banquillo, pero ese partido no marcará el devenir de los hechos. La urgencia es cambiar el estado físico y psicológico de la plantilla.
El propósito es que el nuevo técnico se presente el sábado en el Bernabéu ante la afición, en el encuentro liguero frente al Valladolid, que se disputará por la tarde. Seis horas antes, Florentino Pérez y el presidente de honor, Francisco Gento, dirigirán el acto oficial de entrega de medallas de oro y de plata a los seguidores que han cumplido este año cincuenta y veinticinco años como socios. En ese acto, el máximo responsable del club debe lanzar un mensaje de optimismo al madridismo y el primer punto de esa intención es buscar el revulsivo con la llegada del técnico italiano.
Florentino Pérez ya pensó que el cambio de jefe deportivo era necesario tras la derrota en Vitoria, hace dos semanas, y después del mínimo triunfo ante el Viktoria Pilsen checo, el martes pasado. Los futbolistas se culpabilizaron de la crisis y obtuvieron un plazo para intentar una recuperación que no se ha producido. En el seno de la casa se ha valorado que la derrota frente al Levante, el dubitativo triunfo en la Champions y la goleada en el clásico son un cúmulo de desencantos que exigen actuaciones imprescindibles que deben ejecutarse esta tarde.
Sin poder de reacción
El Real Madrid, campeón de Europa hace cinco meses, reflexiona que no puede continuar, sin reaccionar y, lo que es peor: sin poder de reacción. El presidente y sus colaboradores opinan que no se puede esperar más.
Los futbolistas que han defendido mayoritariamente a Lopetegui durante toda la temporada, con algunas excepciones, no le han respondido y le han hecho caer tras una serie de derrotas y empates. El estado físico de la plantilla es un problema fundamental que la cúpula de la casa blanca ha cargado en el debe del cuerpo técnico. Es cierto que ocho lesiones, incluida la de Marcelo ayer, se han sumado en el peso negativo del equipo, pero se achaca a Lopetegui una impotencia para poner en forma a la plantilla. Los apoyos públicos de Marcelo y Benzema a Antonio Pintus, antiguo jefe de la planificación física del Real Madrid en la era Zidane, es una explicación sin palabras del debate interno que los jugadores viven respecto a su estado de forma. Antonio Conte es un profesional obsesionado con el poderío físico y la agresividad. Su compatriota, Pintus, será un buen aliado.
El grave error con Vinicius
La falta de victorias ha podido con un técnico que los jugadores apoyaron desde el primer día. Los futbolistas le han fallado. Modric no está bien. Varane, Kroos, Asensio, Ramos y Casemiro tampoco. Y Bale no ha asumido su liderazgo, afectado también por sus dolencias constantes.
Uno de los grandes errores de Lopetegui ha sido no contar más con Mariano y descartar a Vinicius, un futbolista que costó 45 millones y que posee todo lo que le ha faltado al Madrid esta temporada: profundidad, regate, velocidad, pase de gol y remate.
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