Copa del Rey | Leganés-Real Madrid
El sorprendente dato del Real Madrid
El equipo blanco gana su primer partido de toda la temporada en el último minuto, la especialidad de la casa
Justo delante de la zona de prensa de Butarque se sienta un aficionado «pepinero» de unos 45-50 años de edad, ataviado con su camiseta del Leganés, el número 12 a la espalda y «Friki Fer» de nombre, armado con la insufrible vuvuzela y con el árbitro entre ceja y ceja desde el segundo uno de partido. Un personaje de esos que cada vez quedan menos en las gradas y con los que «El Día Después» se haría un serial de varias jornadas, a cada capítulo más desternillante. Hasta en eso es auténtico el club madrileño, cuya esencia es mantener viva esa llama del fútbol de siempre que hoy está en peligro de extinción.
Se quejó amargamente este seguidor azulón de la actuación de Sánchez Martínez, pero quizás le hubiera ido mejor centrar sus gritos, lamentos y muecas en la timidez de su equipo. Pocas veces tendrá el Leganés una oportunidad tan bonita para meterle mano al Real Madrid. Ante la unidad B de los de Zidane , el Leganés planteó un partido demasiado conservador, más preocupado de marcharse vivo al Santiago Bernabéu que de ir al coliseo blanco con ventaja en la eliminatoria: «Hicimos un partido serio pero no encontramos nuestro juego habitual», reflexionó Zidane.
El entrenador del Real Madrid no cambió su hoja de ruta copera. Mayoría de habituales suplentes en el once, como Vallejo, cuyo enemistad con las lesiones empieza a ser preocupante. El central aragonés solo duró trece minutos en el campo, de donde se marchó aquejado de la parte posterior de su pierna derecha: «Se ha hecho daño», confesó Zidane.
Kovacic perdona
El percance de Vallejo marcó una primer acto de dominio blanco, pero más teórico que práctico. Solo una ocasión, clarísima eso sí, de Kovacic, tras error gigante de Rubén Pérez . El centrocampista croata, solo ante Champagne, decidió brindar por el regalo del mediocentro «pepinero» y echó la pelota incomprensiblemente fuera.
Mateo fue uno de los pocos jugadores blancos que se marchó de Butarque con buenas sensaciones. Sigue sin carburar este Real Madrid, que con titulares o sin ellos le cuesta un mundo fabricar fútbol y llevar el balón a las mallas de la portería rival. No van a tener muchas oportunidades más de aquí al final de temporada futbolistas como Theo, Llorente, Ceballos o Borja Mayoral , y ninguno de ellos es capaz de derribar la puerta: «Al equipo le ha faltado atrevimiento y confianza, pero es normal. Había muchos futbolistas que no juegan muchos minutos. Ojalá esta victoria sirva de punto de inflexión, necesitamos encadenar tres o cutro victorias consecutivas para crecer».
Marco Asensio , el salvador de la noche, comparte la opinión de su jefe: «A veces son dinámicas, a veces entra todo y otras nada. Hay que seguir trabajando en la mejora del equipo. A medida que vayan entrando los goles y a medida que vayamos ganando todo fluirá».
En otra segunda mitad faltos de energía y de ideas, en esta ocasión la moneda salió cara y quien se llevó el triunfo en el último minuto fue el Real Madrid, el primero en toda la temporada, dato sorprendente teniendo en cuenta que es la especialidad de la casa. El golpe mágico de Asensio deja la eliminatoria muy de cara para los blancos pero que no espanta los fantamas: «Teníamos que sacar un buen resultado y lo hemos hecho», sentenció el balear.
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