Real Madrid
Bale, la pitada y un enorme Benzema, por este orden
Zidane pide el apoyo de la aficion y acabar con el caso: «Hay demasiado ruido en torno a Gareth, dentro del equipo no lo hay»

Ramos quiso quitarle la presión del Bernabéu a Gareth Bale con un error grave que es recurrente, pero no lo consiguió. El galés fue silbado por primera vez al anunciar su nombre por la megafonía como suplente. Benzema levantó la moral del madridismo con un gol que rompía todas las estadísticas de la Liga, porque es inclasificable. No lo marcó con la cabeza, no lo remató con el pie. Lo anotó con el hombro, con la clavícula. Javier Tebas deberá incluir esta modalidad en el casillero. Pero el ariete francés tampoco pudo quitar el protagonismo de los pitos que el británico soportó cuando salió a calentar a la hora de partido. Ramos acabó desgraciadamente con los cinco partidos de imbatibilidad del Real Madrid de Zidane, para lamento de Courtois, que deseaba extender la plusmarca, y Benzema consolidó afortunadamente su liderazgo como goleador del campeonato español. El francés suma diez tantos en esta edición e iguala a Aduriz en el decimoséptimo puesto de la leyenda liguera, con 158 dianas. Su siguiente reto es cazar a Eto’o, que firmó 160, y a Luis Aragonés, que consiguió 162.
Zidane: «Bale ha jugado veinte minutos muy buenos, hay muchos ruido con él y deseo el apoyo de la afición»
Benzema no pensaba en escalar posiciones en la historia, sino en vencer a una espléndida Real Sociedad y fue Valverde, «el Pajarito», quien cazó el pájaro con un disparo que rebotó en Oyarzábal y entró en la portería de Álex Remiro, que hizo un buen partido. El Real Madrid remontó con dos de sus futbolistas más en forma, el francés y el uruguayo, quien rubricó su segundo tanto consecutivo. Pero nadie pudo regatear la pitada que Bale sufrió cuando sustituyó a Rodrygo. El Bernabéu coreó el nombre del brasileño y silbó al galés.
Bale se resarció al crear el origen del tercer tanto madridista, en un pase que cabeceó Benzema a los pies de Modric, que fusiló el 3-1. Era el segundo tanto del croata en la Liga, tras dos meses sin fotos por culpa de las lesiones. Los jugadores de Zidane se abrazaron con Bale en ese gol, para demostrar que estaban a su lado en esos duros momentos. Los pitos al número once se transformaron en palmas cuando trabajó en defensa para cortar un ataque rival. Pero había división de opiniones en la mayoría de sus acciones.
Zidane, listo, cambió a Modric para que recibiera una gran ovación de las tribunas. También la mereció Courtois, que realizó tres paradas decisivas para tranquilizar el encuentro. Y se la ganó Carvajal, cuyo partido fue extraordinario, arriba y abajo. Bale, al final, consiguió aplausos en dos buenas jugadas. Su entrenador habló claro sobre el caso. «Gareth ha jugado veinte minutos muy buenos. Aquí se ha silbado a muchos jugadores y se silbará. Deseo el apoyo de la afición». Courtois dio con la tecla: «Debe volver a ganarse al público».
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