Real Madrid
Bale piensa dar guerra y seguir aunque no vaya a jugar
El galés desea cumplir su contrato, que acaba en 2022, aunque Zidane le diga con hechos que no tendrá minutos. Barnett mueve hilos en Inglaterra para no perder más valor de mercado
Bale piensa dar guerra. Quiere quedarse en el Real Madrid y cobrar los tres años de contrato que le quedan. Vino al club hace seis años tras declararse en huelga ante Daniel Levy, presidente del Tottenham, y ahora se ha marchado a Cardiff sin jugar los tres últimos partidos como si nada hubiera cambiado en su vida.
Zidane le ha demostrado con hechos, tres partidos sin jugar, que eso es lo que sucederá si continúa; por supuesto, está en su derecho de seguir
Sus últimos instantes de fútbol con el conjunto blanco, aciagos, los disputó en Vallecas, el 28 de abril, donde Zidane echó una bronca a sus pupilos por falta de actitud. Descartado en los encuentros frente al Villarreal y la Real Sociedad, fue convocado en la última jornada de Liga, ante el Betis, porque había media docena de bajas, pero Zidane tenía pensado no darle cancha.
Los últimos segundos de Bale en el Bernabéu los vivió el 24 de abril, frente al Athletic, cuando el entrenador le concedió veinte minutos. El responsable deportivo de la plantilla espera que sean los de su despedida. Bale se resiste. Tiene contrato en vigor hasta junio de 2022 y desea cumplirlo. Por eso se marchó el domingo del Bernabéu, increpado por algunos aficionados al salir en su coche, sin despedirse especialmente de nadie. Keylor sí se despidió desde el centro del ruedo madridista. Para el galés, todo sigue igual, aunque los hechos expresen que todo se le ha complicado.
Si se quedara no sería convocado
«He sido muy claro», señala Zidane cuando le cuestionamos el significado de sus decisiones con el británico. Le ha dicho de palabra y con evidencias que no contará con él la próxima temporada. Si se quedara, y está en su derecho, no iría concentrado. El club le quiere hacer ver que no espere a comprobarlo en agosto, porque sucederá, como ha ocurrido en este mes de mayo.
Jonathan Barnett también se agarra al contrato de Bale para hablar públicamente a la defensiva, pero ya ha comprendido que el caché de su apoderado no puede degradarse más y mueve los hilos en el mercado inglés. Si Bale continúa en el club blanco sin jugar, su valor competitivo se hundirá en muy poco tiempo.
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