MotoGP
Marc Márquez está de vuelta
El piloto catalán pone fin a su calvario y rueda con los mejores desde el principio en su regreso tras nueve meses de parón

Marc Márquez vuelve a sonreír debajo del casco. Nueve meses después de su última aparición en un circuito, el GP de España, carrera inaugural de la temporada 2020, el piloto español se puso el mono y las botas para saltar a la pista de Portimao a los mandos de la Repsol Honda , la moto que ha hecho campeona en seis ocasiones y a la que ha regresado como si nunca se hubiera ido, con un nivel espectacular de pilotaje y sin síntomas de que le duela nada.
Eran las once en punto de la mañana cuando Márquez se subía a la moto y rodaba sus primeros kilómetros oficiales esta temporada. 265 días después. En su cabeza, miles de pensamientos y una única preocupación, que las lesiones en el hombro que le han tenido fuera de combate no le den más quebraderos de cabeza.
El interés mediático en Portugal por el regreso del ocho veces campeón del mundo ha sido máximo , aunque el de Cervera ha intentado aislarse, en la medida de los posible, y rebajar las expectativas sobre su vuelta: «Esta parte de la temporada es mi pretemporada y a partir de ahí veremos. Han sido nueve meses que… Por la ansiedad de salir a pista y por mi futuro, por mi brazo que era lo que más me preocupaba. He aprendido que carreras hay muchas, vida si la sabes cuidar también hay mucha, pero cuerpo hay uno y lo debes saber entender sin precipitarte ».
Había dudas pero las disipó a toda velocidad. Con el único objetivo de volver a sentirse piloto, decía, se reencontró con la moto, las curvas, con el freno y el gas, sonrisas en el garaje, buenas sensaciones, mejores tiempos y hasta derrapes. Puro Márquez. No se le ha olvidado pilotar, ni mucho menos, tampoco inclinarse ni siquiera hacia ese lado derecho de la lesión, o pasar curvas y rivales. Fue, como siempre, en busca del límite, del suyo esta vez, el que le permite ese brazo derecho que tantas preocupaciones le ha dado en estos 265 días.
Completó una jornada de entrenamientos de buena nota y sobresaliente en confianza.
Márquez se tomó con calma esos primeros minutos, sobre todo porque el estado de la pista, mojada en algunas zonas por la lluvia caída durante la noche, tampoco invitaba a muchos excesos. Con el paso de los minutos fue ganando confianza y completó su primera tanda a buen ritmo. En la curva 1 llegó a colarse y marcharse recto, lo que denota que en su intención estaba la de probar sus límites desde el principio.
En su regreso a la pista fue incluso más rápido y acabó en el global del entrenamiento con un magnífico tercer puesto, a poco más de dos décimas del mejor tiempo de Maverick Viñales y por delante de Pol Espargaró. Ni una sola duda dejó en su regreso, ni rastro de las tres operaciones en el húmero que convirtieron su 2020 en una pesadilla sin fin.
Sin que los números valgan demasiado para calibrar emociones, terminó tercero en la primera ronda y sexto en la segunda. A 0.4 segundos del primero, Pecco Bagnaia. Pero hubo derrapes, movimientos controlados y risas, lo que sí ya da más pistas de cómo se encuentra el cuerpo y la ilusión. Sobre todo cuando vio en la pantalla cómo había hecho de sí mismo salvando un momento complicado de una posible caída. «Difícil encontrar una sola palabra para describir el primer entrenamiento, pero he sentido mucha FELICIDAD», se expresaba el piloto.
Por encima de todo, el brazo funciona . Falta ver cómo afecta el cansancio y la acumulación de la tensión tras tantos meses en barbecho y sin la adrenalina de la competición. Por el momento, 14 vueltas en la primera sesión y 18 en la segunda, sexto mejor registro, derrapes y sonrisas.
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