MotoGP | GP de Italia
Lorenzo, victoria por 19 milésimas
El español supera a Márquez en el rebufo de la recta de meta y se hace más líder tras aprovechar el abandono de Rossi tras romper el motor
Y saltó Jorge Lorenzo , levantado en su confianza porque vuelve a ganar en el Gran Premio de Italia después de soportar el acoso de Valentino Rossi primero y de Marc Márquez después. Saltó porque después de liderar la carrera desde el inicio, peleó por la victoria hasta los últimos centímetros. La encontró ahí, casi sobre la línea de meta, en un rebufo, por 19 milésimas sobre el de Honda. El líder sigue siendo líder y aventaja en 10 puntos a su rival.
[Resultados del GP de Italia de MotoGP]
Mugello celebraba de amarillo el regreso de su héroe. Un Valentino Rossi inspirado y con confianza para pelear de nuevo por su décima corona. En un homenaje al circuito y a su tierra, el italiano brillaba en fluorescente con la palabra «Mugiallo», una mezcla entre «Mugello» y «amarillo». El sábado había terminado con la primera posición de la parrilla . Un guión perfecto para empezar el domingo. Pero tuvo un giro inesperado a mitad de carrera que echó por tierra las ilusiones italianas. A falta de 15 vueltas, Rossi se marchó recto en una curva. Había roto el motor . Un problema irresoluble que lo mandó al garaje con un cero en el casillero. Con el humo que salía de la moto, las gradas enmudecieron.
Jorge Lorenzo, al que siempre le ha favorecido una buena salida, dio una lección magistral en cuanto se apagó el semáforo. De la quinta a la primera plaza en apenas unos metros. Superó a Márquez, Iannone, Viñales y Rossi en un suspiro y se lanzó a la aventura de sufrir en solitario. Como lo había hecho el año anterior, como a él le gusta. Se aprovechó de las malas salidas de Viñales y Márquez, pero se le pegó Rossi, valiente en casa con el aliento de su público . Tan cómodo se sintió en esa estela el italiano, que intentó una y otra vez superar a Lorenzo en la primera recta. Una y otra vez no pudo controlar la frenada y regresó a la segunda posición en cada ocasión.
Con la pelea entre las Yamaha en la cabeza, Marc Márquez consiguió recuperar su malas primeras vueltas y se acercó a ellos con cautela pero sin parar. A una distancia prudencial el de Honda vio cómo Lorenzo aguantaba los envites de su compañero, y de repente, también vio cómo el italiano se iba recto y comenzaba a salir humo de su moto. Adiós a la carrera. Segundo cero en su casillero este año, después de la caída de Austin.
A Lorenzo le aguantaron la información del abandono de Rossi para que continuara concentrado en su propia carrera. Porque ya cuando se dio cuenta tenía a Márquez pegado a su rueda . Volvió a sufrir, a tener el aliento de un rival pegado a su nuca. Un rival importante porque si se dejaba superar, el liderato volvería a manos del de Honda. Otra carrera sufrida para la Yamaha.
Otra carrera con muchas esperanzas para el 93. Con confianza en su propio pilotaje más que en la moto y los neumáticos, Márquez aprovechó su punto fuerte en las frenadas para intentar los adelantamientos. Lo intentó a falta de 4 vueltas. Pero le duró poco porque no pudo frenar a tiempo y se fue largo. También en la siguiente vuelta, y también a falta de dos. Pero su agresividad -llegó a tocarse con Lorenzo- le granjéo un gran resultado: la primera plaza a falta de media vuelta. «Estábamos muy cerca porque con el rebufo no era capaz de adelantarlo. He intentado dar el máximo, he hecho la mejor carrera que he podido hoy, y lo he intentado hasta el final. Tenemos que arreglar en los rebufos».
Pero el guión reservaba un hueco especial para Lorenzo: en el rebufo, en la recta de meta, en los últimos centímetros y por 19 milésimas , el balear ganó la carrera. La sexta aquí en su trayectoria profesional. Alegría desborada en el piloto, que chocaba con la sensación agridulce de Márquez, y con la desilusión de la grada. Lorenzo conquista territorio hostil.
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