Crutchlow se hace grande

Con todo decidido en el Mundial de MotoGP , el Gran Premio de Australia buscaba la emoción en la lucha por el subcampeonato entre las Yamaha y por ver si Marc Márquez volvía a ser el de 2015, el de divertirse y pilotar al límite. Pero cada piloto de la categoría tiene una lucha pendiente consigo mismo. Y Cal Crutchlow , sin la presión de los focos, realizó una gran carrera para llevarse la segunda victoria del año. Si la primera fue en el mojado Brno, la segunda es, con autoridad, en un soleado Phillip Island. Por detrás, un Valentino Rossi que se resarce a medias de la caída en Japón y la alegría deslumbrante de Maverick Viñales, cuarto podio en su segundo año en MotoGP.

Se sacudió la presión y Marc Márquez por fin pudo sacar el Marc que quería, el de la autoridad y, si se tercia, el de los adelantamientos imposibles. En Australia salió desde la primera posición de la parrilla porque fue el más rápido a pesar de la lluvia, porque también domina los elementos. Pero sin presión, a Márquez también le falló la concentración y sumó su primer cero del año al caerse a falta de 18 vueltas, cuando iba más que destacado en cabeza. Se molestó lo justo. Ya era campeón del mundo, ya lo tenía todo.

Sin líder como referencia, la carrera se abrió y las opciones se multiplicaron para todos. Todos querían ganar, pero el que necesitaba resarcirse era Valentino Rossi . En Japón perdió toda opción de mantener el suspense en el Mundial al sufrir una caída y necesitaba volver a sentir que era un buen piloto y seguía teniendo hambre de títulos. El fin de semana no se le dio nada bien, la lluvia lo molestó demasiado y solo pudo conseguir una decimoquinta plaza en la parilla de salida. Poco a poco, paso a paso, se deshizo de todos los rivales y se acercó a la carrera. Se benefició, como todos, de la caída de Márquez, resignado en su primera carrera sin puntuar. Vueltas rápidas y adelantamientos sin miramientos, Rossi consiguió situarse en posiciones de podio antes de que llegara el ecuador de la carrera. Sin embargo, no le llegó para alcanzar a un Crutchlow muy fuerte en esta recta final del curso en el que ha logrado una victoria en Brno, un segundo puesto en el Gran Premio de Gran Bretaña y dos quintos puestos en Aragón y Japón.

«Cuando se ha caído Márquez he sentido miedo porque no quería fallar . Tenía confianza para ganar y lo único que he hecho ha sido intentar mantener el buen ritmo que tenía», admitía el británico nada más terminar, alegría desbordada en su rostro.

Concentrado, solo se despistó un segundo cuando vio que no había referencias en la cabeza, que él era la cabeza de la carrera. Pero se centró de nuevo y, como antes lo hiciera Márquez, fue aumentando la distancia con sus perseguidores, donde se disputaba la auténtica batalla. Aleix y Pol Espargaró firmaron una gran carrera que se le estropeó al final al mayor de los hermanos, que se cayó a falta de cinco vueltas debido a la presión. Luchó codo con codo con Maverick Viñales y Andrea Dovizioso . Una lucha limpia y bonita que terminó por llevarse el próximo compañero de Valentino Rossi en Yamaha. Un segundo podio consecutivo para Viñales, más fino en las curvas que el italiano, y con el que demuestra su calidad y que la marca no se ha equivocado en contratarlo. Con este resultado, a Suzuki se le terminan las deferencias para el año que viene y no podrá, entre otras cosas, realizar más pruebas que Honda o Yamaha.

El que poco pudo hacer fue Jorge Lorenzo . Incapaz de manejarse en agua, el balear sufrió también en seco en la carrera. Recuperó algunas posiciones desde la parrilla, en la que salía decimosegundo, pero no le alivia para seguir peleando por el subcampeonato. Terminó sexto, a 20 segundos de la cabeza, y la segunda posición del Mundial se le escapa a los 24 puntos con 50 por disputarse. Peor aún, Viñales se acerca a los once puntos.