Moto3 | Gran Premio de España

Binder, del 35 al 1

El sudafricano gana una carrera en la que salió el último por una sanción impuesta pocos minutos antes de salir; segundo fue Bulega y tercero, Bagnaia

EFE

L. M.

La niebla se disipó del circuito de Jerez para que las motos iluminaran el Mundial. Ya por fin en Europa, y en España. La bruma solo retrasó unos minutos el último calentamiento antes de la carrera. Aunque a Brad Binder el día se le oscureció por una sanción que lo obligaba a salir desde la última posición. Había utilizado un software no homologado y el castigo trastocó sus planes: del todo o nada. Y de la nada fue al todo. Remontó 34 puestos para coronarse en Jerez y, de paso, convertirse en líder del Moto3 .

[ Así hemos narrado la carrera ]

También a Niccolo Antonelli se le estropeó la salida. Con su moto en la parrilla se le caló el motor y tuvo que irse corriendo a pit lane para salir desde allí. De poco le sirvió porque terminó en el suelo.

Con el semáforo en verde, tres pilotos mostraron su poderío desde l inicio. Siempre en cabeza Jorge Navarro, Nicolo Bulega y Francesco Bagnaia . Pero deslumbró Binder. A la desesperada doblegó a sus rivales uno a uno. Quería quitarse la espina de haber sido castigado por un error del equipo. Uno, dos, tres, cuatro, cinco... así hasta que a falta de quince vueltas ya se puso en cabeza del segundo grupo. A falta de diez, se pegó al trío líder y comenzó el acoso para asegurarse un lugar en el podio.

La carrera elevó la temperatura. A falta de nueve vueltas se libró de Bulega y Bagnaia le cedió el puesto tras un error que lo obligó a irse recto. La batalla por la victoria se redujo a dos motos, la Honda de Navarro y la KTM del sudafricano. Tuvo la paciencia que no podía permitirse al inicio de carrera, pero a falta de seis vueltas se aprovechó de un milímetro libre que le dejó Navarro para colarse en la primera plaza.

Aún le dio tiempo a conseguir una cierta distancia. No mucha porque las fuerzas ya flaqueaban al final, pero sí la suficiente como para mantener a raya a sus perseguidores. Atónitos porque vieron hacerse añicos sus opciones de victoria por un piloto que utilizó una sanción para castigar a su vez a todos los demás. No había sido su culpa utilizar un software no homologado. Pero sí fue su culpa protagonizar la remontada de su vida. Del 35 al 1.

Y en la persecución, en la última vuelta las posiciones bailaron hasta la recta de meta. Después de haber liderado buena parte de la carrera, Navarro cedió su puesto en el podio merced de una agresiva jugada de Bulega metiéndose por el interior cuando Bagnaia trató de superar al español. El italiano que salía desde la pole encontró el hueco oportuno para colarse entre sus rivales y levantar la mano en la recta de meta: segundo para empezar a demostrar que no es solo suerte esa primera posición de la parrilla. Y que no es solo el amigo de Valentino Rossi -se acercó a abrazar a su piloto en el corralito-. Es un piloto con futuro. Todavía no ha cumplido los 17 años.

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