Y para Jerez, la tarde y la noche

Sigue el directo de todo el ambiente de las motos:

Costó arrancar. La buena temperatura hizo que los moteros buscaran otros municipios de la provincia y no dejaran notar su presencia en Jerez hasta bien entrada la tarde.

Una vez más se concentraron en la zona norte de la ciudad y en la avenida Álvaro Domecq. En el primero es donde se puede ver la adrenalina del gas y el humo de quemar rueda, si bien hay una intenso dispositivo policial con furgones que ralentiza n el paso además de agentes a caballo y a pie.

Los hosteleros se apuntan más ventas que otros años si bien aseguran que tampoco han notado un notable incremento precisamente por la buena temperatura y también le echan la culpa a las restricciones que han desplazado a los moteros a otros municipios.

Por ello, se ha vivido una jornada relativamente tranquila en Jerez. El horario de los entrenamientos y la alta temperatura ha provocado que el movimiento motero en la ciudad apenas se notara durante el mediodía y las primeras horas de la tarde.

Los restaurantes y bares ya están acostumbrados a esta situación y aunque reconocen que se ve más ambiente que otros años, exponen que ellos lo han notado menos que en otras localidades gaditanas como Sanlúcar o El Puerto.

Por la mañana destacaron en Jerez las fiestas moteras en los clubes y tiendas. Como la que ha realizado el moto club Sin Gasolina. Una paellada junto a la rotonda de Michelín. Aún así su secretario Koki expone la necesidad de levantar más la mano «porque sino van a cargarse el ambiente en Jerez».

Es a partir de las seis cuando se ha notado mayor afluencia, precisamente en zonas como la de Álvaro Domecq en la que se realizará el segundo memorial Premio de la Merced con exhibiciones y la presencia de antiguos campeones.

El Puerto, sobre ruedas

Por su parte, el ambiente del Gran Premio de Motociclismo de Jerez ha vivido hoy su día grande. Los aficionados han cogido con muchas ganas todo el puente y eso se ha notado por los puntos neurálgicos de la movida motera.

La noche del viernes ya sirvió de preámbulo para lo que se ha vivido hoy, las motos han desfilado a través de la Ribera del Marisco y la avenida de Micaela Aramburu ante la mirada de cientos de personas, portuenses y visitantes, que se han arremolinado en las vallas de seguridad para ver el espectáculo callejero.

El petardeo de los tubos de escape, el olor a rueda quemada y el rugir de los motores ha sido la tónica predominante en el día portuense. Algo muy parecido a lo que sucedió en la noche de ayer, pero donde se ha registrado un aumento considerable de personas por las calles.

El ambiente ha comenzado a notarse en diferentes zonas del núcleo urbano a partir del mediodía, aproximadamente al término de los entrenamientos en el circuito de Jerez y cuando se despertaron los más trasnochadores. Antes, los bares se preparaban para afrontar, posiblemente, el mejor día de la motorada de los últimos siete años.

La reposición de material era una imagen muy común durante toda la mañana, desde barriles de cerveza o refrescos a todo tipo de materias primas, «hay que prepararse bien que después cuando lleguen los moteros con hambre no se les puede fallar», comentaba entre risas un camarero de un céntrico local de El Puerto.