FÚTBOL SALA
Sin cobrar y viviendo de la comida del club
La historia de cinco deportistas gaditanos atrapados en Sicilia
La crisis sanitaria por el coronavirus deja historias para el asombro de los que la viven y les rodean. Una pandemia que no azota solo a España, sino que está tocando a todo el mundo y ha hecho que muchas personas se queden atrapadas en diferentes partes del planeta sin poder volver a sus hogares.
Es la historia del técnico gaditano de fútbol sala Rafa Torrejón y cuatro jugadores de fútbol sala, todos ellos también de Cádiz. Se fueron a Italia en la búsqueda de soñar con triunfar en el deporte en la Segunda División de Italia, donde los salarios son muy superiores a los de España, y ahora ven como su sueño se ha convertido en pesadilla.
“Llevamos dos meses sin cobrar y vivimos de la comida que el club nos deja en la puerta”, reconoce el propio Rafa Torrejón en tono de desesperación . La situación del club donde jugaban y entrenaban, el de Regabulto en la región de Sicilia, ha hecho que escaseen los ingresos en el club. “No tienen publicidad y se les han caído los ingresos de los sponsors, están viviendo una situación complicada que nos repercute a nosotros”, explica Torrejón.
Vuelos inviables
El cierre de las fronteras les pilló justo cuando comenzaban a hacer el viaje de vuelta a España pero finalmente se vieron obligados a quedarse y allí suman 60 días en una situación económica muy precaria.
“Ahora mismo es imposible volver porque Sicilia es zona roja . La única manera que nos ha dado la embajada ha sido volar de Roma a Barcelona y desde allí buscándonos la vida hasta llegar a Cádiz. Todas las opciones que tenemos encima de la mesa son muy costosas ya que implican varias escalas y además con los enlaces en el aire, nos tendríamos que buscar la vida literalmente”, detalla el entrenador gaditano.
Una situación que afecta no solo al técnico sino a otros cuatro jugadores, todos muy jóvenes. Dos son de Jerez, Israel Caro y Alberto Orellana, uno de El Puerto de Santa María, Aaron Nimo y el restante es de Cádiz capital, Álvaro Pérez. “Son chavales de zona de 20 años, dos de ellos son asmáticos así que son personas de alto riesgo”, apunta Torrejón que entiende que ahora mismo lo único que les queda es “tener paciencia porque esto va para largo”.
Para sobrellevar la situación, estos cinco gaditanos se cuidan los unos a los otros, siendo el entrenador el que hace las veces de cabeza de familia. “Hago de entrenador, de padre, de hermano y de psicólogo”, apunta Rafa Torrejón que espera una solución cuanto antes: “Llamamos cada lunes a la embajada y pocas soluciones nos dan, aunque espero que más pronto que tarde podamos volver a Cádiz”, concluye.
Ver comentarios