HÍPICA

Un salto lleno de ambición

Miriam Paz, la hija del exfutbolista Rafa Paz, ha completado su formación en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre y lidera junto a su compañero Pedro Ariza el 'Team Ariza-Paz' desde El Puerto de Santa María

Miriam Paz se ha formado en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. AZAHARA

ANTONIO VALIMAÑA

«En mi casa siempre nos han inculcado valores deportivos por la profesión y por la personalidad de mi padre». Dicho y hecho. De tal palo, tal astilla. Así es la historia de Miriam Paz, hija de Rafa Paz , aquel mítico jugador del Sevilla FC que llegó a enfundarse la zamarra de España en el Mundial de Italia'90 cuando Luis Suárez era el seleccionador nacional.

Eso sí, con una salvedad, Miriam cambió el esférico de su progenitor por la hípica. Y no viene de familia esa afición. Su pasión por los animales es algo natural y traspasa todas las fronteras. «Desde pequeña mi pasión han sido los animales. Empecé desde los siete u ocho años de edad con las clases de equitación y para mí siempre fue lo máximo. Yo quería que fuera mi vida, lo he tenido muy claro desde pequeña hasta el día de hoy. Es mi vida », aclara.

Y no duda en añadir sobre uno de esos jugadores del fútbol español de los 80 y 90 que estuvo ligado a un escudo que defendió junto a futbolistas de la talla de Maradona, Simeone, Suker o Zamorano, entre otros. «No soy muy aficionada al fútbol, pero mi padre se hizo un nombre en el Sevilla FC y llegó a jugar competiciones importantes con la selección española. Es imposible abstraerse de eso. Él me aportó su visión, su punto de vista deportivo y de la vida, y eso no está pagado. Él ahora tiene una escuela de fútbol en Mairena del Aljarafe y encuentro muchas similitudes con una escuea hípica. Para mí es un referente porque me aconseja y da su opinión como padre y como deportista. Y para mí, obviamente, es una de las personas más importantes, sino la que más. Estamos en deportes distintos, aunque yo me veo muy reflejada en él», relata.

Un salto importante

Natural de Mairena del Aljarafe, donde sus padres se instalaron (Rafa Paz nació en la localidad granadina de La Puebla de Don Fadrique), Miriam Paz, quien ahora tiene un cuarto de siglo, aterrizó en Jerez para formarse en la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. Y a partir de ahí llegó su vínculo con El Puerto de Santa María. Un largo periplo del que se muestra orgullosa. «Me he criado en Sevilla. Mi trayectoria comenzó en escuelas hípicas de Bormujos, Palomares del Río y Coria del Río hasta que logré acceder a la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, que se encuentra en Jerez de la Frontera, hace cuatro años. Al principio me desplazaba a diario desde Sevilla hasta que al año y medio de estar aquí me instalé en El Puerto de Santa María, donde he montado mi empresa y mi centro hípico », señala. Y apunta: «Adquirimos el terreno, que está situado en la Cañada del Verdugo, y empezamos a trabajar en este sueño. Ahora bien, sábados y domingo me suelo desplazar a Sevilla, ya que también tengo una cuadra en Mairena del Aljarafe».

Recién acabada su formación es el momento de dar el salto. Es ahora cuando hace frente a un reto ilusionante, aunue tenga que luchar en una época llena de adversidades y en plena pandemia provocada por el Covid-19.

Lo positivo es que en Andalucía el caballo siempre será especial y forma parte del sentimiento sureño. «Dentro de la equitación hay varias disciplinas olímpicas: Doma Clásica, Salto y Completo. En Andalucía se pone mucho énfasis en el caballo español y en la disciplina de Alta Escuela, Doma Vaquera y Doma Clásica. No tanto al caballo a nivel deportivo, aunque cada vez el vínculo es mayor, pero sí como forma de vida y arte. Somos de tradiciones como El Rocío y las ferias. Esto es el sur y el caballo forma parte de nuestra cultura ».

Los pasos a seguir

Pero la perseverante y tenaz Miriam lo tiene claro: «Mi sueño a corto, medio y largo plazo es que el centro hípico evolucione y sea una gran escuela hípica. Ojalá ahí podamos formar a grandes jinetes y domar a grandes caballos». E incluso mira un poco más allá: «Pero también a largo plazo me gustaría representar a mi país en un Europeo o en unos Juegos Olímpicos ». En una gran cita, como ya hizo su padre con el balón.

Sabe que para ello tocará trabajar muy duro y se afana para que así sea. «Por ahora no tenemos vínculos con las instituciones, pues estaba esperando a acabar mi formación, algo que acaba de suceder. Damos clases a nivel particular y ya puedo centrarme al cien por cien en mi negocio. Es el momento para dar un paso al frente porque queremos establecer vínculos y dar forma a ciertos proyectos», asegura.

Todo ello, eso sí, con la implicación y el asesoramiento de sus grandes referentes en el mundo de la equitación: Fernando y Pedro Ariza. El primero es su profesor. «Lo desconocía, porque no está mediatizado, pero descubrí que es un magnífico profesional, con un don espectacular». El segundo, su hijo Pedro, es su pareja y con quien trabaja y a día de hoy forma el 'Team Ariza-Paz'. «Tengo una suerte enorme porque son unos auténticos profesionales en todos los sentidos».

Su sueño acaba de comenzar, pero hay mimbres de peso para que el éxito asegurado. El apellido Paz seguirá sonando. Y mucho.

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