RÍO2016Juegos Olímpicos
Gimnasia
El diamante de la gimnasia española
Rayderley Zapata, el alumno aventajado de Gervasio Deferr, aspira a suceder en el medallero olímpico a su mentor catalán

A las órdenes de Fernando Síscar se forjó en el Centro de Alto Rendimiento -CAR- lo más granado de la gimnasia española. Nombres como Jesús Carballo o Gervasio Deferr pulieron sus extraordinarias condiciones bajo su atenta mirada, que ahora se focaliza en la evolución de Rayderley Zapata -Santo Domingo, República Dominicana, 1993-. El canario de adopción es la gran baza de la selección española en Río de Janeiro y pretende poner fin a una sequía de metales olímpicos en la disciplina que se prolonga desde la plata en Pekín conquistada por su ídolo y mentor.
Deferr descubrió a Zapata en un Campeonato de España. Atraído por su capacidad de salto y la fortaleza de sus piernas le reclutó para el CAR de Sant Cugat, donde le orientó durante tres años para sacar un mayor provecho a su cuerpo y optimizar la ejecución de sus movimientos antes de continuar su trayectoria en la capital española.
Líder del relevo generacional en su deporte, el gimnasta de raíces caribeñas, arraigadas en sus gustos musicales, tiene que lidiar con la pesada comparación con Deferr. Como ocurría con el catalán, sus modalidades fetiche son el salto y el suelo, pero se muestra autocrítico y asegura que debe ser más constante y rutinario para poder sostener el parangón.
Su pasaporte a Río de Janeiro lo selló el pasado mes de octubre, fecha en la que se celebró en Glasgow un Mundial en el que finalizó en tercera posición. Para Brasil pule lo que ya se ha bautizado como el elemento Zapata, algo que no ha hecho nadie y contempla un doble mortal hacia adelante con un giro y medio con el que pretende sorprender en la lucha por las medallas. El propósito era que se desvelase durante la cita olímpica, pero la selección finlandesa, con la que compartió entrenamientos, lo grabó y lo difundió.
Colarse entre los tres mejores en su primera cita olímpica sería superar las expectativas más optimistas que vislumbraba cuando inició su trayectoria. Con diez años, su familia se mudó a Lanzarote y en territorio canario se gestó un idilio por la gimnasia que ya estaba presente en su núcleo familiar. Su hermana, que ahora da rienda suelta a una creatividad musical que emplea como elemento motivador, tenía una amiga que practicaba esta disciplina deportiva y él se quedó prendado con los saltos mortales que vio durante una exhibición. Comenzó con ímpetu, pero al ver que los años pasaban y la progresión no era todo lo fulgurante que se deseaba meditó tirar la toalla.
Entonces se cruzó en su camino Gervasio Deferr, que junto a Víctor Cano, le otorgaron una confianza clave en su despegue. El pasado verano se proclamó campeón en los Juegos Europeos de Bakú en la prueba de suelo, que meses más tarde le daría la alegría del tercer puesto en el Mundial de Glasgow. Pretende ser bombero cuando ponga fin a su trayectoria deportiva y su intención es comenzar a preparar las oposiciones después de la cita olímpica. Antes,pretende incendiar la escena de la gimnasia internacional en Río.