Juegos Olímpicos Río 2016 | Tenis
Suárez y Muguruza sufren en el estreno
La pareja suma su primera victoria en dobles, aunque tuvieron que trabajar más de la cuenta contra Gonçalves y Pereira (7-6 (6) y 6-2)
Los gestos de Garbiñe Muguruza lo decían todo: ceño fruncido, golpes al muslo, palabrotas. Había dejado su hueco de la pista abierto para que las brasileñas remataran a placer, uno de los muchos agujeros que la pareja española mostró en un primer set con más fallos que aciertos. También Carla Suárez cerraba los ojos en señal de abatimiento. Pocas cosas estaban saliendo bien.
Se enfrentaban a la pareja local Gonçalves/Pereira , número 155 del mundo, por lo que, sobre el papel, debió de ser un partido para coger ánimos y confianza. Pero sucedió al contrario, pues las españoles no lograron sacar en ningún momento su buen tenis y se enredaron con demasiada frecuencia en errores impropios de su ranking. En un primer set que se marchó a la hora y dieciséis minutos, sufrieron más por sus fallos que por el nivel de las oponentes. Aun así, mantuvieron su servicio y consiguieron arrebatar un break a las brasileñas, encantadas con los regalos de las españolas. Disfrutaron de una gran oportunidad de cerrar la primera manga con el saque de Suárez. Y allí se acumularon todos los nervios que ya habían demostrado en los diez juegos anteriores. Golpes demasiado blanditos, cambios de pista inoportunos y errores de bulto como tres remates en la red que la canaria estrelló en la red. Break en contra.
Las brasileñas, espoleadas por un público generoso en el aplauso y los vítores, se vieron con fuerzas de rematar la faena: vencer a la pareja formada por la número 4 y la número 12 del mundo, aunque un punto de honor en las españolas logró que la contienda se dirimiera en el tie break. Con más empuje que tenis , Muguruza y Suárez lograron rebajar las ganas de las locales y comenzaron a asentarse.
El primer set fue suyo con demasiadas concesiones, pero el alivio de superar las adversidades y su propia desconexión puso algo de paz en sus raquetas. Los nervios continuaron produciéndose, con fallos impropios del nivel de ambas jugadoras, pero lograron un primer break en el segundo juego y otro más en el séptimo que les dio por fin la confianza y el partido.
Muguruza y Suárez sufren en el debut ante la pareja brasileña que se llevó el aplauso de una pista desangelada que no llegó a los 300 espectadores.