Ferrer, por la vía rápida

Comenzó la segunda jornada del tenis olímpico con algo de incertidumbre. Un cielo plomizo y gris amenazó con tormenta durante toda la mañana. No hubo lluvia porque un vendaval se la llevó por delante. Impracticables las pistas, hubo que retocar los horarios y esperar que amainara. El programa se retrasó, incluyendo el estreno de Rafa Nadal . En la reanudación, David Ferrer salió a la pista 2 del Centro Olímpico y se empapó de los fuertes vientos para terminar su primer partido por la vía rápida. Un 6-2 y 6-1 ante el uzbeco Denis Istomin para empezar con buen pie en Río 2016.

El alicantino, que no ha pasado una buena temporada hasta el momento, cerraba un puño tras otro. Su poderosa derecha volaba de esquina a esquina e Istomin no pudo contrarrestar la velocidad. Cabizbajo por momentos, el uzbeko se rindió ante la evidencia. Ferrer era mucho más.

Mientras los brasileños empujaban a sus tenistas en la pista contigua, Ferrer seguía a lo suyo. Contundente con la derecha y muy seguro cuando Istomin iniciaba el ataque. De poco le valía porque enseguida el español encontraba un hueco o un golpe más para su desesperación.

Ferrer erdició una la de set, nada preocupante porque enseguida se ganó otra al resto y terminó a lo grande, superando al uzbeco en la red con un buen drive que su rival solo pudo ver pasar. Ferrer comienza como un vendaval en Río 2016.