Río 2016 | Tenis

Muguruza y Suárez siguen en lucha en dobles

Las españolas se levantaron de la decepción en individual para alcanzar los cuartos en dobles (7-5, 2-6 y 6-2)

Carla Suárez y Garbiñe Muguruza EFE

LAURA MARTA

«Buscando soluciones”, gritaba Conchita Martínez desde la grada. Confiaba en ellas, en que fueran capaces de levantarse de las derrotas individuales y sumar una alegría conjunta en el dobles. No es fácil desconectar de un estado de ánimo y entrar en otro, con solo unas horas entre medias. Pero lo intentaron. Cuando todo parecía perdido en el primer set, cuando ya el 4-1 parecía pesar demasiado, Garbiñe Muguruza y Carla Suárez sacaron toda la garra que llevan dentro para perseguir la victoria. Si iban a perder, que las belgas, Flipkens y Wickmayer lo sudaran.

Muguruza sacó su rabia, tanto para atacar la pelota como para destrozar una raqueta. Habían sufrido ambas una derrota en individuales, un camino cortado hacia las medallas que no podrán volver a recorrer hasta, al menos, dentro de cuatro años. De ahí que intentaran hacerlo lo mejor posible en el dobles. Y lo mejor posible era ganar, dejarse la piel en el intento. Reaccionaron muy bien, por fin, entraron en el partido olvidando el anterior y consiguieron, poco a poco, sumar un juego tras otro. Hasta que el marcador les sonrió y el primer set llevó sus nombres.

Fue un golpe a la moral de las belgas, más experimentadas en estos encuentros. Y heridas en el orgullo, Flipkens y Wickmayer se dedicaron a despistar a las españolas para crear desconexiones entre ambas. Lo consiguieron. Muguruza y Suárez perdieron la sintonía y dejaron demasiado campo abierto por el que las belgas entraron una y otra vez. No tardaron en forzar los malentendidos entre las españolas, que sucumbieron sin remedio y sin encontrar la chispa que las había llevado a la remontada en el primer parcial. Un 6-2, que estaba lejos de ser la última palabra de la dupla española.

Se guardaron un as en la manga para el tercer parcial, y con Conchita animando desde la grada, Muguruza y Suárez lograron por fin un nivel que no había podido demostrar en sus respectivos partidos individuales. La hispanovenezolana sacó por fin a pasear su buenísimo drive, y la canaria, un revés orientado a las heridas de las belgas, que no tuvieron más defensas.

La pareja española termina el día con una alegría en dobles y mantienen con vida las esperanzas de medalla con su pase a cuartos.

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