Río 2016 | Baloncesto
Australia le da un susto a Estados Unidos
La selección americana sudó para ganar a los oceánicos, que llegaron al último cuarto con el choque igualado
Crónica
Tras medirse a los dos rivales más débiles del grupo, a Estados Unidos le llegó la primera prueba importante. Un equipo para testar el nivel real de un conjunto que sobre el papel era invencible, pero al que ayer Australia humanizó durante buena parte del encuentro. Una defensa ordenada y unas pinceladas de calidad fueron suficientes para desarbolar a los americanos en tres cuartos que hicieron soñar a los oceánicos con la machada.
Australia salió sin complejos y eso ya es una batalla ganada. Patty Mills, uno de esos bases que pasan desapercibidos en la NBA, fue el líder de un equipo con grandes mimbres y sin miedo. Una fórmula fantástica para hacer frente al todopoderoso equipo americano. Apoyado en Bogut y con una gran defensa sobre Kevin Durant, Australia fue creciendo y con ella la distancia en el marcador. Alguno se frotaba los ojos al ver la diferencia, que llegó a ser de ocho puntos a favor de los oceánicos en el primer cuarto (25-17, min.5) y que se mantenía con holgura al descanso (54-49).
Por entonces Carmelo Anthony era la única estrella que funcionaba en Estados Unidos. Apagados, esperando que la inercia les regalara la victoria, la selección de Krzyzewski no lograba engancharse al partido. Los errores en el pase y el exceso de individualismo daban ventaja a Australia en cada jugada, hasta que un parcial de 9-0 nada más volver de los vestuarios equilibró la contienda.
Entonces, el encuentro se convirtió en un ida y vuelta precioso. Con dos equipos lanzados al ataque en busca del triunfo. A los triples de Irving respondía Mills; y para contestar a las canastas de Cousins estaba Bogut. Intercambio de golpes que se alargó hasta el último cuarto (72-72, min 31). Ahí, otro parcial americano liderado por Carmelo (que finzalizó el choque 31 puntos) terminó por romper el choque (76-83, min. 35). Aún así, los Australianos siguieron creyendo y solo la seriedad y el acierto final desde el triple de los americanos evitó que el susto se convirtiera en pesadilla.
