Río 2016 | Baloncesto
España se sube a los Juegos
Contundente victoria ante Lituania que devuelve el optimismo a la selección en Río. Si gana a Argentina, será segunda
Crónica
La mejor España en el mejor momento. La versión más virtuosa de la selección emergió en Río para apuntarse a los Juegos y mantener vivo el sueño de las medallas con un partido perfecto en el que todos brillaron, pero que tuvo en Pau Gasol al líder absoluto ante una Lituania que pasó de gigante a víctima en apenas unos minutos. Paseo de la selección que lanza un aviso a sus rivales y que le sitúa en la senda de la segunda fase, aunque para ello deberá ganar sí o sí a Argentina el próximo lunes.
Llega un momento en los grandes torneos en los que se juega con el corazón. La pizarra queda a un lado y se hace hincapié en la mente. En salir con confianza y con rabia. Sobre todo lo último. Para ello se utilizan técnicas muy diferentes, orientadas siempre a tocar la fibra del jugador. Su corazón. Las entrañas. En esos días, los vestuarios se empapelan con críticas aparecidas en los periódicos, frases hirientes de rivales o se proyectan vídeos de derrotas pasadas. Guardiola y sus canciones; las portadas de algún periódico en la taquilla de Ronaldo; o el vídeo con las tres Final Four perdidas por el Madrid antes de ganar la Euroliga en 2015. Todo vale para que el jugador salga a la cancha motivado. Ayer, en el caso de España, fueron las palabras de Kurtinaitis hace unos días las que sirvieron de acicate para salir a la cancha con un extra de ambición. «Me daría vergüenza salir así a la pista», dijo la leyenda lituana tras ver en acción a Pau Gasol en un amistoso entre ambos equipos durante la preparación de los Juegos.
El catalán, sosegado, no le respondió entonces, pero se afanó por hacerlo ayer en la cancha. En un partido que sí que valía, sobre todo tras la victoria de Argentina en el partido anterior, y que obligaba a España a ganar para no quedarse fuera del torneo de manera definitiva. Un cara o cruz que la selección comenzó a ganar desde el vestuario. La selección se apuntó a los Juegos con un partido para enmarcar en el que puso sobre la pista todas sus virtudes. Velocidad y contragolpe, agobio defensivo para el rival, acierto exterior y, por encima de todo y de todos, Pau Gasol . El catalán, rabioso y encendido, anotó 23 en otros tantos minutos. El mejor del partido. Una versión mejorada en el día más importante. El que podía poner punto final a la historia de los «Chicos de Oro» a la que el español se empeñó en añadir una prórroga.
Bastaron diez minutos para darse cuenta de que esta España era otra. Intensa desde el primer momento, arrolló a una Lituania sin alma. Valanciunas, su faro en la pintura, se fue al descanso inédito, superado por un Pau inmenso. El pívot de los Spurs sumó de cerca y de lejos . Sumó bajo el aro y encima de él. Desde el triple (5 de 5) y la bombilla. Sin dudas. Certero. Imposible de parar para Lituania. A la exhibición de Pau se unieron todos sus compañeros, comprometidos por una causa común y al descanso el choque estaba resuelto (48-29).
Por si había dudas, el catalán anotó tres triples consecutivos nada más volver de los vestuarios y ahí se zanjó cualquier duda. Un triunfo balsámico que permitió crecer a muchos jugadores y que regaló un descanso vital para otros. Un triunfo con el que España sigue soñando y que mete miedo a sus rivales. Ha vuelto la mejor selección. Al fin se ha subido a los Juegos.
Previa
Joaquín Juan es el fisioterapeuta de las estrellas. El hombre de confianza, al que llaman para que esté cerca en los momentos importantes. A Juan lo reclamó Cristiano Ronaldo en las horas previas de la pasada final de la Eurocopa . Viaje de ida y vuelta para tratar al portugués. Está acostumbrado. Su clínica en Madrid es una alfombra roja del deporte, por donde desfilan cada día figuras de cualquier disciplina para tratar de aliviar sus problemas físicos. Con todo, el ojito derecho del fisioterapeuta es Pau Gasol . Ambos se conocen desde hace mucho tiempo y nadie conoce mejor la musculatura del pívot español.
Estos días, como ha venido ocurriendo en los últimos campeonatos de España, es la sombra del catalán , al que mima en cada entrenamiento. El delicado estado físico con el que Pau ha llegado a los Juegos invita a ese cuidado especial. Trabajo preventivo.
Pau se reunió con sus compañeros al principio de la concentración, pero no pudo entrenar con ellos hasta tres semanas después. 21 días en los que el nuevo jugador de los Spurs tuvo que mantenerse al margen a la espera del seguro NBA y que le impidieron coger el ritmo de competición necesario para llegar a tope a los Juegos. «Nadie que se salta veinte días de preparación puede inventarse un estado de forma óptimo. En estas cosas no existe la magia. Existe la lógica y esa nos dice que Pau está para ayudar y que ha recuperado algo respecto al último partido. Irá mejorando seguro», reconoce Scariolo, más preocupado por encontrar la causa de las desconexiones del equipo.
Desconexión fatal
La falta de concentración durante los encuentros ha sido el principal problema de la selección, que iba ganando de catorce puntos a Croacia en el estreno y acabó perdiendo . Panorama similar que se repitió ante Brasil y Nigeria con resultados dispares. «El problema no es que haya esas desconexiones. El problema es que no duren treinta segundos y sí tres minutos. Un jugador contagia a otro y eso es peligroso », asume el italiano con preocupación.
La actitud positiva del grupo es lo que ha salvado a la selección del fracaso prematuro y el mejor asidero para afrontar el duelo de esta medianoche ante Lituania . Un choque vital para España, que en función de los otros resultados del grupo –sobre todo el Brasil-Argentina que se disputará justo antes– podría quedar virtualmente fuera de los Juegos si pierde. «Ambos equipos somos muy diferentes respecto a la final del pasado Eurobasket. Ellos han ganado músculo y talento con un Sabonis más maduro y nosotros llegamos con una preparación muy distinta», argumenta el seleccionador, consciente de la importancia del choque. Un ahora o nunca para España.
Otra final prematura para el grupo de los «Chicos de Oro», que viven felices en el filo y que se resisten a decir adiós a sus últimos Juegos antes de tiempo. Para ello es vital ganar hoy, pero sin olvidarse de la importancia del duelo ante Argentina del lunes. Dos partidos sin red que ponen a prueba la grandeza de esta generación.