Río 2016 | Baloncesto femenino
Plata dorada para España
La selección cae ante el inabarcable equipo de Estados Unidos y logra una medalla de inmenso valor
Crónica
España contra lo imposible. Una final frente a un muro. Ante un equipo que llevaba 48 victorias consecutivas en los Juegos, invicto desde Barcelona 92 y cuyos partidos en Río se habían decidido por una diferencia media de 38 puntos. Oro inalcanzable para una selección española que sabía que la meta había llegado en semifinales. Obligadas a soñar, las españolas lo hicieron durante diez minutos. Un cuarto completo en el que España dio la cara y mantuvo a raya a Estados Unido s . Hizo humano al «Dream Team» femenino durante ese tiempo en el que hubo hasta esperanza. Una luz vaga al final de un túnel estrecho. Espejismo hecho añicos sin avisar que confirmó lo inevitable y que daba más valor a una plata dorada. La primera del baloncesto femenino español. Premio a las generaciones pasadas y motivo de orgullo para las futuras.
Tras lograr el pase a la final, las jugadoras de la selección no disimulaban. ¿Para qué? «Luchar, vamos a luchar, pero no queremos engañar a nadie», reconocía Laia Palau, la capitana. La más sincera. La veterana. La que ha pasado por todas las épocas de este equipo. De los disgustos a las alegrías. Ella, como el resto de sus compañeras, tenían claro que no había nada que hacer. Habían tocado su techo con la plata asegurada ante Serbia, aunque saldrían a la cancha a dar guerra. Así lo hicieron, con unos primeros minutos que animaron al público y le pusieron salsa al partido. Diez minutos de tú a tú contra Estados Unidos en los que Alba Torrens volvió a llamar a las puertas de la WNBA . «No voy porque para mí es más importante la selección», reconocía en ABC poco antes de venir a los Juegos. La balear soñaba entonces con esta medalla que hoy es una realidad y que ella celebró con otro gran partido (18 puntos), sobre todo en ese inicio eléctrico que llevó a España a liderar hasta por tres puntos (14-17, min. 8). Una heroicidad ante un equipo que es un gigante.
Contraste
Para hacerse una idea de la distancia entre Estados Unidos y el resto basta mirar su puesta en escena. Emparejamientos desiguales con una diferencia física brutal. De hasta veinte centímetros en algunos casos. Músculo que marca su juego y le da una ventaja definitiva. Contra España eso se tradujo en un dominio absoluto del rebote (16-7 al final del primer cuarto). Segundas oportunidades que enmascaran los fallos.
Al músculo, la selección opuso ganas. Ilusión. La lucha que es seña de identidad de este equipo que no ha parado de dar pasos para llegar hasta esta final. Se batía el cobre España con brío , demasiado en ocasiones, y eso puso con problemas de faltas a Nicholls y Ndour. Por ahí comenzó a descoserse el equipo de Mondelo, destrozado poco después por los triples de Diana Taurasi y Maya Moore.
La compañera de Anna Cruz en Minnesota sacó a relucir la otra parte que caracteriza a Estados Unidos, que además de su físico, cuenta con doce excelentes jugadoras. Entre ellas destacó ayer Moore, precisa en el lanzamiento y muy inteligente en la dirección. Moore nació teledirigida para el baloncesto. Una estrella precoz que ha triunfado siempre. En Estados Unidos, España, China... Una estrella mundial que ha alargado su compromiso con la selección desde Londres 2012. Ella es uno de los pilares básicos de este «Dream Team» que parece imposible de batir y que ayer sumó su sexto oro olímpico consecutivo. Un parcial de 13-3 derribó definitivamente a España (37-24, min. 14) y tranquilizó a Lucas Mondelo. El técnico nacional, el único que de verdad albergaba alguna esperanza, bajó ahí también los brazos y vivió el encuentro con más sosiego. Disfrutando de la fiesta del baloncesto femenino español.
Aunque la distancia fue creciendo, el marcador ya no importaba. Asumida la derrota, las españolas se dedicaron a disfrutar del momento. Una final olímpica con la que muchas soñaron y que quizá tarde en repetirse. Por eso, Mondelo puso en la pista a todas sus jugadoras, artífices de este éxito por el que tanto lucharon nombres como Amaya Valdemoro, Elisa Aguilar, Blanca Ar es . En nombre de todas ellas lucía ayer feliz Isa Sánchez en el banquillo nacional, emocionada la ayudante de Mondelo por todos esos años de lucha que han quedado atrás y que están recompensados por esta plata que supone un triunfo histórico para la canasta nacional.
LA FICHA DEL PARTIDO
ESTADOS UNIDOS: Bird (3), Taurasi (17), Moore (14), Charles (8) y Griner (4) --cinco inicial--, Fowles (3), Whalen (17), McCoughtry (8), Stewart (11), Catchings (-), Delle Donne (10) y Augustus (6).
ESPAÑA: Palau (7), Cruz (9), Torrens (18), Ndour (11) y Nicholls (4) --cinco inicial--; Xargay (12), Domínguez (11), Romero (-), Gil (-), Rodríguez (-) y Pascua (-).
PARCIALES: 21-17, 28-15, 32-17 y 20-23.
ÁRBITROS: Viator (Fra), Hwang (Kor) y Pastusiak (Pol). Sin eliminadas.
SEDE: Arena Carioca 1. 9.586 espectadores.
Previa
Es un reto mayúsculo, quizá una utopía para la selección femenina, pero como recuerda Laura Nicholls , «las finales hay que jugarlas y disfrutarlas». Una vez alcanzado el partido definitivo y asegurada una histórica medalla olímpica , las chicas del basket se han conjurado para dar lo mejor de sí mismas ante las estadounidenses, «para llegar a competir aunque sea un poco con ellas».
España se enfrenta este sábado (20:30h, La1) a una invencible selección american a que acumula ya 48 triunfos consecutivos, sin perder un partido desde 2006, y que lleva desde los Juegos de Atlanta’96 sin ceder el oro olímpico. Un auténtico «Dream Team» al que retará hoy la selección española en el que será su último sueño en Río, en una a priori muy desequilibrada pelea por un oro que aparece inalcanzable. «Estados Unidos es un equipo excelente y, si no vas a por todas, te pueden atropellar y pasar por encima», reconoce Alba Torrens , que promete, al igual que la autora de la memorable y milagrosa canasta sobre la bocina ante Turquía, Anna Cruz, «ir a saco» contra las americanas.
Al frente de España está un técnico que ya sabe lo que es ganar a Estados Unidos porque cuando Lucas Mondelo dirigía a la selección sub-19 en el Mundial de 2009 , en Tailandia, su equipo fue capaz de superar a la gran potencia. Sin embargo, aquella inesperada victoria ante las norteamericanas se produjo en el primer partido del campeonato y el seleccionador absoluto se encargó de recordarlo este viernes. «En una final es muy difícil sorprenderlas porque, como lo ve todo el planeta, ellas van a muerte», afirmó el técnico, que reclamó a sus jugadoras mucho tiro ext erior.
Lucas Mondelo desvela a ABC cual fue la clave para imponerse en aquel encuentr o a un adversario muy superior, con el que volvió a encontrarse de nuevo en la final, con la culminación de una plata para España. «En aquel partido (que abrió la primera fase) logramos 12 triples, con un porcentaje muy bueno , y conseguimos meterlas 90 puntos, mientras que ellas consiguieron 86. Después, en la final, ellas llegaron a los 87 y nosotros a 71, con sólo cuatro triples ese día. La clave de competir es anotar mucho, porque puedes hacer lo que quieras en defensa, tus trampas, para dificultar al rival lo máximo, pero te van a meter muchos puntos. Si tú no metes, no sólo su anotación normal te va a hacer daño, sino que te van a hacer correr mucho», advierte el seleccionador nacional.
«De otra galaxia»
El técnico del equipo femenino español garantizó «salir a competir, ser duros, e intentarlo con todas las fuerzas», y volvió a recordar que esta selección «se ha ganado el respeto de todo el mundo del baloncesto con la final del Mundial (2014) y ahora la final olímpica». «Eso será una motivación más para intentar ganarnos de lo máximo posible, para demostrar, una vez más, que son de otra galaxia, de otro lugar, y no del planeta tierra», sentenció Mondelo.
En aquel Mundial sub-19 de Tailandia también estuvo Marta Xargay , proclamada MVP de aquel campeonato, con una media de 15,4 puntos, y que este viernes destacó que la final olímpica «será un partido para acabar de disfrutar de los Juegos». «Estados Unidos es un ‘Dream Team’, pero si alguien les puede poner las cosas difíciles somos nosotras. Somos ambiciosas, tenemos ganas de ganar e iremos a por todas», prometió Xargay al resumir el sentir de un vestuario que ha provocado en Río una verdadera «revolución» en el torneo femenino de baloncesto.