Juegos Olímpicos
Detectan el primer caso de Covid-19 en la Villa Olímpica de Tokio
La persona, cuya identidad no fue revelada, fue retirada de la villa donde permanecerán miles de atletas y trabajadores olímpicos durante los Juegos
Cuenta atrás para los Juegos Olímpicos de Tokio , los más controvertidos y especiales de la historia por celebrarse en medio de la peor pandemia en un siglo. Tras su aplazamiento de un año, empezarán la próxima semana a puerta cerrada para que no se propague más todavía el coronavirus, que está registrando en la capital nipona sus cifras máximas de contagios desde enero y que ya ha penetrado en la Villa Oímpica. Ayer se registró el primer caso de Covid-19 en el mítico recinto a seis días de la inauguración de las justas.
«Hay una persona dentro de la villa. Es el primer caso registrado dentro de la villa y fue detectado a su llegada», dijo Masa Takaya , portavoz del comité organizador de los Juegos, en conferencia de prensa. Según han informado, se trata de un ciudadano extranjero que supone el primer caso positivo que se confirma entre los delegados olímpicos, aunque no es deportista , según recoge la radio local NHK.
Por tercer día consecutivo, en Tokio se detectaron ayer más de mil nuevos casos de Covid-19. En concreto, 1.271. Aunque fueron unos cuantos menos que los 1.308 del día anterior, el número más alto de los últimos seis meses, reflejan el repunte de la epidemia provocado por la temida variante Delta , más contagiosa que las anteriores y detectada por primera vez en la India.
En todo Japón , que tiene 126 millones de habitantes, el número diario de infectados diarios está ahora entre 2.500 y algo más de 3.000. Aunque son diez veces menos de lo que se registra en España, para los japoneses son cifras alarmantes por su control del coronavirus tras su estallido en Wuhan el año pasado. Tras mantenerla a raya desde entonces, la enfermedad Covid-19 empezó a descontrolarse en enero y tuvo otro repunte en mayo, con 8.000 casos diarios en ambas ocasiones. Como consecuencia, más de tres cuartas partes de las 15.000 muertes provocadas por el coronavirus han tenido lugar en 2021. A la falta de preparación y alerta porque las dos olas del año pasado fueron suaves, se suma el bajo ritmo de vacunación en Japón, donde menos de un tercio de la población ha recibido la primera dosis y los que tienen la pauta completa no llegan al 20 por ciento.
Temor frente a la ilusión
Con 18.000 atletas y miembros de los comités olímpicos viniendo de todo el mundo, los japoneses temen que los Juegos sean uno de esos eventos denominados 'superpropagadores' que disparan la pandemia. Más que las pruebas masivas y los toques de queda, la suspensión o limitación de dichos eventos fue el argumento que las autoridades niponas esgrimieron el año pasado para explicar su «éxito tranquilo» contra el coronavirus. Pero en los Juegos Olímpicos hay tantos intereses de por medio, sobre todo en televisión por las retransmisiones deportivas, que no se han atrevido a cancelarlos pese a la fuerte oposición social. A tenor de las últimas encuestas, el 83 por ciento de los japoneses está en contra de su celebración y la mayoría cree que no se están tomando las medidas de seguridad necesarias para impedir repuntes.
Entre ellas destacan el cuarto estado de emergencia decretado en Tokio desde que estalló la pandemia, que ha obligado a celebrar los Juegos sin espectadores y restringe el horario de los bares y restaurantes y servir alcohol. Además de celebrar la mayoría de las competiciones a puerta cerrada, en estos Juegos no se impondrán las medallas a los ganadores, se les mostrarán en una bandeja para evitar el contacto físico.
Con el fin de contrarrestar el fuerte rechazo, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach , lleva en Tokio desde la semana pasada saludando la llegada de los atletas. Tras salir de su cuarentena de unos días, pidió el apoyo nipón para los Juegos e insistió a las autoridades para que permitan la entrada del público si bajan los contagios. «Estos son los Juegos mejor preparados y nuestro objetivo es la seguridad para todos», señaló Bach, según la agencia Kyodo News. Pero cometió un lapsus que, aunque corregido de inmediato, le ha hecho merecedor del odio de los japoneses, a los que confundió con chinos. Intentando ganarse su simpatía, Bach viajó este viernes a Hiroshima para recordar a las víctimas de la bomba atómica, pero se encontró con un medio centenar de 'hibakusha' (supervivientes) protestando contra lo que consideraban un intento de politizar su causa contra las armas nucleares.
Sin apenas cobertura mediática, los atletas siguen llegando a la Villa Olímpica en su burbuja no solo física para prevenir los contagios, sino también psicológica para aislarse de la polémica. Su estancia ha sido limitada a entrar cinco días antes de competir y salir dos después de su participación, pero ya se han detectado varios positivos en las delegaciones de Uganda, Serbia e Israel que han obligado a aislar a algunos de sus miembros. Para quienes viajan a Japón para asistir a los Juegos, como este corresponsal, es obligatorio presentar dos pruebas PCR negativas tomadas 96 y 72 horas antes de tomar el vuelo, así como otra al llegar y seguir una cuarentena de al menos tres días. Además de controles casi diarios, los movimientos estarán limitados al hotel y las instalaciones olímpicas y no se podrá tomar el transporte público, al menos las dos primeras semanas. Y en la inauguración del viernes en el Estadio Olímpico se está considerando reducir el número de personalidades de 10.000 a menos de un millar. Todo con tal que la cuenta atrás de los Juegos no traiga una cuenta adelante de los contagios de coronavirus.