Dakar
Isidre Esteve: «La discapacidad no es impedimento para competir en la élite ni en el Dakar»
El piloto catalán vivirá su Dakar soñado, en el que peleará contra los mejores con un coche de la categoría reina
Laia Sanz: «Las mujeres ya no somos el bicho raro del Dakar»

Isidre Esteve (Oliana, 1972) disputará su Dakar número 18. En 2007 sufrió un grave accidente en el rally de Almería que le dejó postrado en un silla de ruedas. Lejos de hundirse se reinventó y decidió cambiar las motos por las cuatro ruedas. Este año ... compite con un Toyota muy similar al que ganó el año pasado el Dakar.
-Su Dakar 18. ¿Qué ve cuando mira hacia atrás?
-Veo una carrera deportiva extraordinaria. He sido un privilegiado porque durante todos estos años he hecho lo que me gusta, que es estar en el mundo del motor. Cuando corría en moto formaba parte de un grupo pequeño de pilotos que cada vez que se iniciaba una edición teníamos posibilidades de ganar la carrera. Desgraciadamente tuve un accidente en 2007, pero a pesar de ir en silla de ruedas continúo haciendo lo que me gusta. Además, he descubierto otro mundo, que es el mundo social a través de la Fundación, desde donde nos sentimos orgullosos de poder ayudar a gente que lo necesita.
-¿Qué es 'El Proyecto'?
-Después del accidente en 2007 decidimos que lucharíamos por seguir en el mundo del deporte. Descubrimos que podía seguir corriendo en coches y en una carrera como el Dakar. Un día, en una carrera en Portugal, mis mecánicos estaban en el paddock mirando los coches favoritos, de primera fila. Y yo les dije: «Nosotros, un día, iremos en un coche como estos». Y ese día ha llegado. Tenemos un coche de primer nivel, con grandes patrocinadores. Queremos ser competitivos y este es 'El Proyecto', lo que un día dijimos que queríamos hacer. Es cumplir el sueño con el que un día soñamos.
-Su coche es muy similar al que ganó el año pasado el Dakar, ¿eso le confiere más presión?
-No, es para disfrutarlo.
-¿Cuál es el objetivo este año?
-Ostras, yo, sinceramente creo que cuando una etapa es rápida, meramente de conducción, hay doce o trece pilotos más rápidos que nosotros. Pero hay un segundo grupo que va del 12 al 25 en el que hay mucha igualdad y nosotros estamos en ese grupo. Pero cuando una etapa se complica podemos ganar a cualquiera. Puedes ganar porque has sabido gestionar mejor una dificultad pero esa es la magia de esta carrera. Esta es nuestra baza.
-Entonces Nasser Al-Attiyah no es imbatible…
-No hay nadie imbatible. Hay pilotos muy rápidos con mucha confianza y unas estructuras brutales detrás. Pero las carreras son muy imprevisibles. Lo normal es que Audi esté delante y en la lucha estén Nasser, con Loeb y Sainz.
-¿Estos podrían ganar utilizando solo las manos, como usted?
-No lo sé pero lo que está claro es que utilizando solo las manos es más complicado. Hay momentos que llego a final de etapa con un cansancio de brazos brutal. Hago con las dos manos lo que otros reparten entre manos y pies. Lo mío tiene una complicación añadida, pero estoy muy contento de poderlo hacer y en ningún momento querría ninguna bonificación.
-¿Y cómo cuida usted sus brazos?
-Entrenamos mucho durante el año, mi esposa lleva todo el tema de la preparación física, procuramos no fatigar en exceso cualquier parte de las manos, los dedos, el antebrazo... Nos centramos mucho en recuperar. Si una parte me duele mi rendimiento no es el mismo, así que intentamos mimar mucho los brazos
-¿El Dakar, iguala o aumenta las diferencias para una persona que tiene una lesión medular?
-Nos iguala como deportistas porque quiere decir que la discapacidad no es un impedimento para competir en la élite, pero la parte física aumenta las diferencias. Yo acabo mucho más fatigado que un piloto que puede conducir con los pies y las manos, eso es indiscutible.
-Se cumplen 15 años de su accidente. Más allá de ir en una silla de ruedas ¿cómo le ha cambiado la vida?
-Yo pensaba que me cambiaría más. Al principio tenía muchas dudas de lo que podría hacer, cómo lo haría… He tenido que renunciar a muchas cosas, pero me ha sorprendido mucho más ver las cosas que sí podía hacer. He llegado a un grado de normalidad que hace que llevemos mucho mejor toda esta situación.
-Usted es un ejemplo de superación. ¿Se siente un referente?
-Yo no pretendo ser un referente para nadie, pero, si lo que hago y la forma de hacerlo anima a otras personas a dar el paso o tratar de probarlo, es genial. Es lo que procuramos desde la Fundación Isidre Esteve, dar herramientas a personas que tienen discapacidades físicas para que sean más capaces y se atrevan a dar pasos, que se atrevan a equivocarse. Lo mejor de la vida es equivocarse porque es la única manera de retomar de nuevo el camino. Todos tenemos la obligación de levantarnos cuando nos pasa algo porque la vida continúa. Hay cosas que valen la pena en la vida.
-El Dakar, ¿se sufre o se disfruta?
-A mí me gusta pensar que se disfruta. Cuando algo sufre haciendo lo que le gusta no se le puede llamar sufrimiento, tiene que tener otro nombre.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete