El estadio Ramón Sánchez Pizjuán se llenó de aficionados alemanes del Eintracht y escoceses del Rangers que no dejaron de animar a sus equipos con cánticos y banderas a pesar de las altas temperaturas, al igual que hicieron en el Estadio Olímpico y en el Auditorio Rocío Jurado los que no tenían entradas