Sevilla - Betis: el más efectivo se llevó el premio (3-2)
Los de Caparrós se imponen con tantos de Munir, Sarabia y Franco Vázquez a los verdiblancos, que gozaron de ocasiones pero sólo marcaron a través de Lo Celso y Tello
El Sevilla FC se impuso al Real Betis en un derbi plagado de emoción en el que decidió la pegada del equipo de Joaquín Caparrós ante las oportunidades desperdiciadas por los verdiblancos, principalmente en las botas de un desafortunado de Jesé. El duelo tuvo muchas alternativas y el dominio estuvo bien repartido. Los latigazos sevillistas premiaron su mayor efectividad con un triunfo que les hace romper la racha bética en los derbis y les aupa hacia la Liga de Campeones, mientras que entre los de Setién se quedan los lamentos por las oportunidades perdidas y una derrota que incide en la irregularidad que marca la temporada en Heliópolis.
Al descanso se fueron los equipos con 1-0 en el marcador. El Betis comenzó mucho mejor en el dominio del esférico, triangulando, robando la pelota alto y generando ocasiones bailando en la línea del fuera de juego. Tuvo especial protagonismo Jesé, que ya en posición legal como irregular, no atinó con las redes de la portería de Vaclik. Una fue en el minuto 2, anulada por posición no correcta. Otra, al cuarto de hora en un erróneo pase atrás de Jesús Navas que Vaclik dejó en los pies de Jesé para un dos contra dos sin portero que no supo definir el canario con Canales lamentándose a su lado como compañero de un ataque. Y se encontró con la buena intervención del meta checo en un pase filtrado por Guardado que el línea anuló por su posición pero que el VAR hubiera validado. En todo caso, no fue gol. El Betis olía el gol pero no le hincó el diente a la presa.
Y esas cosas no se perdonan en los derbis. El Sevilla sufrió, aguantó, confió y supo dar el zarpazo cuando más confiado estaba el Betis en su suerte. Romo por la lacerante falta de un ataque decisivo, el bloque de Setién vio cómo la habilidad sevillista para generar superioridad en la banda derecha con Jesús Navas y Sarabia iba a dejar a este flotando con la comodidad suficiente para colgar un regalo al área. Saltaron Ben Yedder y Franco Vázquez con parejas de baile arrastrando a la línea defensiva bética y dejando a Munir con el desajustado en esa zona Canales. Cabezazo del exdelantero del Barcelona. Inapelable que entra por el centro ante un Pau López que ve el balón dentro cuando cae de su escorzo con banda sonora de estruendo de felicidad en un Sánchez-Pizjuán que adivina que la historia, como tantas otras veces, iba a cambiar a partir de esa accción.
Porque las dudas se apoderaron del Betis, que se convirtió en un equipo alejado de la paciencia y más contagiado por la precipitación. Y al Sevilla se le inyectó sangre en los ojos para hacer daño una y otra vez. El campo se le hace más corto al Betis, que ve perdida su profundidad con la presión alta de los de Caparrós, que roban balones a Carvalho o Mandi para salir en tromba hacia el área bética. En una de esas una pared de ensueño de Ben Yedder con Franco Vázquez acaba con el franco-tunecino mirando cara a cara a Pau López. Su toque sutil habría franqueado casi a cualquier portero pero ahí estaba la mano izquierda del internacional bético para mantener a su equipo vivo en esta fase de sacudidas. Es el Sevilla el que disfruta entonces de una vía abierta en su banda derecha y el Betis quien se desangra por esa zona aunque hasta el intermedio el daño no crece con respecto al 1-0 ya celebrado.
Comenzó la segunda parte como el propio partido. Como una repetición de pesadilla para Jesé, que se quedó solo ante Vaclik tras fenomenal asistencia de Canales y volvió a verlo oscuro cuando el meta despejó con su pie. Sin embargo, el Betis mantuvo la presión arriba y en una buena acción abriendo a la izquierda, al fin para sus intereses, donde Junior corrió con criterio al balón puesto por Guardado para poner un centro tenso que dejó pasar Jesé y Lo Celso envió a la red para hacer el 1-1. El Sevilla ahora no se encontraba en su mejor situación y veía cómo el Betis lo intentaba arriba pero el duelo iba a dar otro vuelco en sus acontecimientos. Un error de Mandi en el corte dejó el balón cómodo a Ben Yedder para su carrera desde la izquierda y su centro lo remató a placer en el segundo palo Sarabia para el 2-1.
El Sevilla volvía a estar en su salsa. Y se iba a alimentar de los errores de un Betis con poca capacidad de morder en los metros finales a pesar de que amagaba con el peligro. Los de Caparrós iban a responder con su pegada. El defecto visitante era la virtud local. Franco Vázquez recibía en la frontal. Solo. Comprendió su circunstancia de inmediato. Se dio la vuelta y disparó un zurdazo que fue a la velocidad de la luz para hacer del Sánchez-Pizjuán una discoteca de cánticos.
La respuesta al 3-1 está en los banquillos, que interpretan de manera diferente lo que necesita el partido. Caparrós mete velocidad en las alas con Promes y Aleix Vidal para el contragolpe, mientras que Setién activa a Joaquín, que entra como un ciclón y cambia el escenario del partido. Corre la banda encarando y se va de Banega, que le suelta una patada alta y sin balón (como posteriormente Rog a Guardado) que merecía algo más que la amarilla con la que fue amonestado el argentino. Ahí guarda motivo para la queja el Betis con el árbitro, así como tres córners que no pitó por error de apreciación. Ese tiro libre se convierte en una oportunidad clarísima cuando dispara Joaquín engañando con el centro y tiene que salvar Vaclik en la misma línea con una estirada de premio.
El Sevilla iba a regalar metros a su oponente y a gestionar la ventaja desde su campo con ganas de soltar a sus velocistas en los contragolpes. Es el Betis el que juega a lo de casi siempre, el limpiaparabrisas, el ataque de balonmano de banda a banda pasando por la frontal pero sin disparso apenas. Porque el partido empieza a jugarse en una baldosa. Loren corre y su disparo cruzado sale fuera por poco. Hay una falta clara de Carriço, que es amonestado, a Lo Celso en la frontal. Tello es quien va a lanzar. Ya marcó dos en este curso ante el Espanyol y el Girona. Pues hace otro. Falta directa de especialista y 3-2 con Vaclik mirando al balón, impotente.
Le quedan diez minutos al partido entre alargues y demás perejiles. Todos quieren acabar jugada en este tramo. Promes le pega desde lejos como para sacudirse el ambiente de peligro que ahora sí genera el Betis con Tello y Loren en el campo, amén de Joaquín. El Sevilla quiere complicarle la salida a los de Setién para que pase el tiempo con el balón lejos de su área. A los de Caparrós se les hace más largo el partido de lo esperado con el 3-1. Las acciones se ralentizan o se preñan de urgencia en función de lo que conviene. Cinco minutos de alargue da Hernández Hernández. El Betis ataca sin claridad y el Sevilla se defiende con orden. Tienen dos córners finales los verdiblancos pero no acaban de definirlos. La victoria se queda en el Sánchez-Pizjuán.