Los orígenes sevillanos de Ansu Fati, la nueva sensación de la Selección

Su historia comienza con su padre, y hoy también representante, cuando emigró a Marinaleda tras quedar su mujer embarazada del actual internacional y goleador con España

Ansu Fati, durante el encuentro España - Ucrania Raúl Caro / EFE

Álvaro Galván

El nombre de Ansu Fati no hace más que dar la vuelta al mundo del fútbol. El pasado lunes, con apenas 17 años, el jugador del Barcelona se convirtió en el número 800 en vestir la camiseta de la Selección española en partido oficial. Para mayor alegría, Ansu Fati, con su gol a Ucrania en el encuentro de anoche, se convirtió también en el goleador más joven de la historia de España, con sus 17 años y 311 días de edad. Porque este joven nacido en Guinea Bissau, pero criado en Sevilla , se ha propuesto hacer historia en el fútbol desde bien joven, teniendo además tras de sí una intrigante historia sobre sus orígenes .

Y es Anssumane Fati, nacido el 31 de octubre de 2002, es hijo de unos inmigrantes guineanos que hace 20 años decidieron probar suerte en nuestro país para encontrar trabajo y, por supuesto, la felicidad que no encontraban en su tierra ni en Portugal, donde también se desplazó en busca de trabajo cuando su esposa quedó embarazada por segunda vez. Estaban esperando a Anssumane.

Esta historia comienza con el padre del jugador, Bori Fati , quien fue el primero de la familia en llegar a España. Este guineano escuchó hablar de un pueblo de Sevilla donde podía tener alguna oportunidad laboral, Marinaleda . Y allí se plantó.

Llegado allí, Bori estuvo pidiendo algo de comer, hasta que conoció al alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo, quien le consiguió trabajo como conductor de un camión de la basura en el consorcio de la basura en Herrera, el pueblo más cercano. Al tener Bori el carné de conducir en regla, no se topó con ningún tipo de problemas para llevar a cabo este primer trabajo en España. El segundo fue en las obras del AVE , lo que sirvió ya para que Bori se asentara y pudiera permitirse que su mujer, María de Lourdes Vieira, viajase junto a él.

Fue en aquella localidad sevillana donde Ansu comenzó a dar sus primeras patadas al balón . Allí, por fin, pudo estar con toda su familia: sus dos padres, sus hermanos Braima y Miguel y sus hermanas Djuco y Djenaba.

El fútbol lo era todo para aquel pequeño guineano que recién había llegado a España. En Herrera, su padre lo llevó a la escuela Peloteros , donde no tardaron en darse en cuenta de que el chico sobresalía por encima de los demás. De aquel modesto club pasó al Sevilla FC , donde el padre sólo firmó un año, pensando en que el futuro del chico podía pasar por otros clubes. No tardaron en llegar a Herrera representantes del Real Madrid y el FC Barcelona. Los madridistas le pusieron sobre la mesa mejores condiciones económicas, pero un día llegó a su casa un emisario del club catalán con el contrato en la mano. Le convencieron y firmó.

Aunque apenas estuvo un año y medio en la cantera del Sevilla, Ansu Fati vivió experiencias inolvidables, sobre todo, cuando jugó el Mundialito de Portugal y la Liga Promises en Cádiz. Aquello ocurrió cuando el chico solo tenía ocho años . Hoy, con 17, ya es jugador del Barcelona e internacional absoluto con España.

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