Medina Cantalejo: «Ahora se va a oír todo, hay que tener espíritu razonable»

Centrado en la campaña de captación de árbitros, el presidente del Comité de Árbitros de la RFAF analiza los cambios que la crisis del coronavirus puede provocar en el fútbol

Luis Medina Cantalejo, en la sede del Comité de Árbitros de la Federación Andaluza Rocío Ruz

Mateo González

La vocación arbitral le vino de familia a Luis Medina Cantalejo (Sevilla, 1964) y en estos tiempos de coronavirus pone gran parte de su empeño en conducir las aspiraciones de quienes quieren dirigir partidos de fútbol en el presente y el futuro. Desde la presidencia del Comité de Árbitros de la Federación Andaluza de Fútbol abre la puerta a los colegiados del porvenir y también analiza, desde su dilatada experiencia como internacional cómo será el retorno a la competición en unas semanas.

Con las restricciones actuales por el coronavirus, ¿cómo hacen la captación de nuevos árbitros?

En situaciones normales visitamos institutos o colegios para explicar cómo es ser un árbitro a través de alguno que esté en activo. Ahora no podemos quedarnos parados y hemos impulsado los cursos online a través de las redes sociales y la web www.rfaf.es. Y con un resultado fantástico, casi 300. El primero ha sido un curso integral para fútbol 7, sala, playa... Y después cada uno toma su camino. El siguiente sigue abierto. El enlace de inscripción es rápido y son ocho horas de curso. Han participado muchos menores de edad, que necesitan la autorización de sus padres o tutores. Velamos siempre por la protección de los chicos. Muchas chicas se están apuntando, estamos intentando potenciar el arbitraje femenino.

¿Cambia mucho la motivación de su época a la actual para ser árbitro?

En mi casa tanto mi padre como mi abuelo eran árbitros pero a mí no me gustaba. Yo jugaba al fútbol, mi padre insistió y lo hice para que me dejara tranquilo. Fue con 18 años y ahora tengo 56 y aquí sigo. Algo habría. Entonces se hacía un curso muy exprés y en dos semanas ya estabas en el campo. Siempre se viene por diferentes fuentes: curiosidad, redes sociales, conocer otra manera de vivir el fútbol, con un amigo o un primo a probar, entrenadores, profesores de educación física... El árbitro ya tiene la consideración de ser un deportista, como un jugador. Hay varios jugadores que están haciendo el curso. Ellos después trasladan a sus vestuarios el respeto a los colegiados, el juego limpio... Y también a los padres. Un chaval que con quince años se haga árbitro va a adquirir una madurez que no se encuentra ni siquiera en un máster.

¿Cómo ha podido aprovechar un árbitro este parón competitivo?

Todos han tenido una manera común de trabajar. Nosotros tenemos a la atleta Belén Recio que en Instagram está dando clases de entrenamiento. Está claro que trabajar en casa nada tiene que ver con hacerlo en el centro de alto rendimiento o en el campo, pero se buscan soluciones. También para la formación. Es una puesta a punto continua. Los que están a nivel profesional ganan también estar más con sus familias porque ahora un árbitro entre los partidos que pita, cuando tiene que estar en Las Rozas, la sala VOR, la Copa... Y si es internacional, más todavía. Está mucho tiempo fuera. Para la sociedad es importante también lo que hemos hecho en este tiempo como un estamento solidario con donaciones al Banco de Alimentos, la disposición de la RFAF de todas sus clínicas para la Consejería de Salud. La campaña en Andalucía de «Ningún niño sin fútbol».

¿Qué cambios se notarán cuando vuelva el fútbol de élite en estos once partidos que restan?

Yo he arbitrado dos veces a puerta cerrada y todo es diferente. Ya se han anunciado medidas sanitarias pero el fútbol es un deporte de contacto y no creo que dejen de agarrarse los jugadores en los córners. Sí hay otras de no intentar escupir, que no se abracen tras los goles, que no se den las manos. Tratar de evitar los contactos superfluos. En el comportamiento también va a cambiar. Es normal que haya protestas pero siempre que sean mesuradas. Estamos preparando a los árbitros para que apliquen el sentido común porque se va a oír todo. Es importante tener un espíritu razonable. De todas formas espero que la sociedad cambie. ¿Quién no habrá llorado estos días? Ya sea por ver a policías, sanitarios... Ojalá podamos aprender a hacer una valoración realmente importante de la vida y que el respeto forma parte del deporte. Que podamos asumir decisiones aunque no nos vengan bien. Ojalá todo nos sirva para ser mejores. Yo entiendo que un entrenador puede sentirse como un tigre enjaulado en un área técnica, lo sé, pero espero que esta situación nos ayude a avanzar.

Ya han dejado claro que habrá VAR

En ningún momento se ha considerado que no hubiera VAR. Los únicos cambios serán en Las Rozas, donde se pondrán mamparas, habrá menos gente en la sala. Poco a poco el fútbol está tomando conciencia de la importancia del VAR, que sirve para que se cometan menos errores, sobre todo los más graves, pero con esa herramienta no se erradican. Hay asuntos de interpretación y además los árbitros también nos equivocamos, como los jugadores cuando fallan un penalti. Es así.

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