Fútbol
Laporta elige a turcos, anónimos y amigos para construir el nuevo Camp Nou
La compañía Limak, turca, el único estadio que ha construido fue para 25.000 personas, hace 10 años y en Mersin
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El Barça ha adjudicado las obras del Camp Nou sin tener los necesarios permisos del ayuntamiento para llevarlas a cabo. La compañía Limak, turca, el único estadio que ha construido fue para 25.000 personas, hace 10 años y en Mersin. La comidilla ayer en ... Barcelona era que las otras compañías que optaban a la concesión -Sacyr, Acciona, Ferrovial o FCC- «no pagan comisiones en Dubai». Evidentemente no hay base todavía para acusar a nadie de nada, pero que Laporta haya optado por unos turcos sin experiencia en la construcción de grandes estadios, y haya puesto de supervisores a los desconocidos y anónimos Ingeniería Torrella ha disparado todas las alarmas.
Además, de socios locales, los turcos tendrán a la empresa Vopi 4, especializada en la construcción de escuelas, parkings y hospitales. Es una empresa seria, pero pequeña y manejable, que tiene en este proyecto la oportunidad de su vida y que no pondrá problemas y estará dispuesta a hacer lo que se le pida, y la primera prueba de ello es que ha aceptado asociarse con los turcos.
Otro detalle de la presentación de ayer es que el socio de Laporta, Sergio Atienza, al que el presidente ha tenido la desfachatez de ponerlo de compliance del club -es decir, ha puesto a un amigo y socio a vigilar que no robe-, mandó a su tercera a la rueda de prensa para presentar la adjudicación. Si ya es raro mandar al compliance para presentar un acuerdo -como justificándote por lo que nadie te ha acusado- más inverosímil resulta que no dé la cara el titular. Quizá porque pensó que le costaría aguantarse la risa.
Descartada la experiencia de la Limak en la construcción de grandes estadios, el club señaló como los dos argumentos que finalmente han decantado la decisión el hecho de que la compañía turca de comprometiera a entregar la obra en un plazo concreto (en octubre de 2024 el Barça ha de poder volver al Camp Nou y las obras tienen que estar totalmente terminadas, con un aforo de 105.000 asientos y las gradas cubiertas, en 2026) y por un valor no superior a los 900 millones de euros. Teniendo en cuenta que el Barça no dispone aún de los permisos y que la guerra de Ucrania encarece dramáticamente los costes de la construcción, si Limak no llega a tiempo o se le dispara el presupuesto -ambas cosas tienen altas probabilidades de suceder-, todo el mundo puede imaginarse el tipo de buñuelos que puede acabar haciendo para acabar más rápido y reducir los gastos. Veremos qué queda del nuevo Camp Nou dentro de diez años.
El Barça continúa perdiendo 200 millones cada año y sin rebajar su masa salarial. De ahí que Laporta modificara el proyecto original de remodelación del Camp Nou -el que ganó el concurso y el referendo de aprobación de los socios, y que disponía de los permisos municipales- para ampliar la tercera grada al objeto de dar cabida a más palcos, cuya venta le procure ingresos para financiar la obra. La incertidumbre, la deriva y la desconfianza son cada día un poco más las características de este Barça.
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