Fútbol - Liga santander
Nostalgia por Valverde
Jornada 11 - Barcelona-Athletic
El técnico, último en ganar la Liga con el Barça, fue despedido en 2020 siendo líder. Hoy vuelve al Camp Nou con el Athletic
El Barcelona recibe esta noche al Athletic Club con la obligación de confirmar el atisbo de recuperación exhibido frente al Villarreal tras la debacle en la Champions y la derrota sin paliativos en el Bernabéu. Ernesto Valverde pondrá la nota nostálgica (o morbosa) a ... un partido que será el de su regreso al Camp Nou desde que fuera destituido a principios de enero de 2020 tras ser eliminado por el Atlético de Madrid en la Supercopa de España. Casi tres años después y visto en perspectiva, la etapa del técnico extremeño fue muy productiva, con cuatro títulos en dos años y medio (dos Ligas, una Copa y una Supercopa), aunque las eliminaciones en Champions ante Roma y Liverpool le penalizaron en exceso.
Idolatrado en Grecia, donde hizo historia con el Olympiacos, y con la experiencia de dos décadas entrenando en la élite (Espanyol, Villarreal, Valencia y Barcelona) regresa al Camp Nou al frente de su Athletic, en su tercera etapa en club vasco (no pudo negarse a la petición de Jon Uriarte y Ricardo Berkola, los dos candidatos a la presidencia del club bilbaíno, cuando fueron a buscarle en pleno proceso electoral).
Han pasado casi tres años. Una etapa de descanso y descompresión que Valverde ha invertido en su otra pasión, la fotografía. El técnico ha ordenado todas las fotos que había ido haciendo estos últimos años y cuyo fruto ha sido un segundo libro titulado 'Frontera' (Fracaso Books, 2021). Los libros y la cámara de fotos siempre le han acompañado a los partidos desde que, durante su etapa como jugador en el Barcelona y en el Espanyol, se licenciara en el Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña (IEFC).
«Recuerdo que le encantaba el puerto de Andratx y siempre estaba haciendo fotos en Mallorca», explica Toni Balaguer, compañero de Valverde en el curso de entrenadores, nivel 2, que el extremeño realizaba durante su último año como profesional, en el Mallorca. Corría el año 97 y Valverde ya mostraba querencia hacia el banquillo. «Cuando había que hacer algún ejercicio táctico siempre se basaba en Cruyff o Clemente, los dos técnicos que le han marcado. Él organizaba el entrenamiento, pero era muy discreto y llano. Me dejaba a mí que dirigiera los ejercicios y solo intervenía directamente si había alguna duda o problema», explica Balaguer, que sigue manteniendo la amistad con él. «Aún me sorprende que, siendo entrenador del Barcelona o el Athletic, me reciba en el hotel de concentración y podamos charlar un rato como si no hubiera pasado el tiempo y no tuviera la fama y trascendencia que tiene ahora». Precisamente, ese es uno de los valores que destacan quienes lo conocen. Su llaneza, discreción y humildad.
Esta noche será una buena ocasión para que el Camp Nou reconozca sus méritos, agrandados tras la época de sequía que sucedió a su salida. «A mí me gusta el fútbol vistoso si sirve para ganar. Si no, hay que buscar otra fórmula antes de que te cambien a ti», se defendía de sus detractores, que le recriminaban que no era todo lo purista con los preceptos cruyffistas que se exigían para su cargo. Xavi Hernández hizo ayer una definición perfecta: «Valoramos mucho lo que hizo, desde dentro lo hacemos. El entrenador Valverde me parece un trozo de entrenador espectacular. Sin estridencias, sin malas caras, intachable. Un ejemplo. Su trabajo fue excelente».
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