Croacia - Mundial Rusia 2018
Croacia, con la batuta de Modric
La selección encarna la tradicional escuela balcánica de buen toque y manejo de balón

Croacia es uno de las concursantes más jóvenes en la historia de los Mundiales de fútbol . Su selección apenas tiene 22 años de vida en las grandes competiciones internacionales. Creada como tal a mediados de 1992, su primer torneo de campanillas fue la Eurocopa de Inglaterra de 1996. Desde entonces Croacia está en la nómina de las grandes selecciones mundiales, habituales en las citas del fútbol.
El fútbol de los Balcanes siempre fue una mina en lo relativo a calidad y talento . Como si fuera una copia de su poder en el baloncesto, los futbolistas croatas poseen una técnica y una creatividad fuera de lo común. A cualquiera le suena gente como Suker, Prosinecki, Boban, Mihajlovic, Savicevic o Boksic . Futbolistas de enorme capacidad y recursos que han labrado una potente reputación.
En el Mundial de Francia 98 , Croacia llegó a las semifinales y solo fue derrotada por la campeona, Francia, mientras Suker sembraba el terror entre los aficionados franceses presentes en Saint Dennis.
La Croacia de hoy tiene dos pilares claros, el madridista Luka Modric y el barcelonista Ivan Rakitic . Jugadores de un perfil parecido, centrocampistas creativos, sólidos en su posición y solventes a la hora de defender. Junto a ellos despunta Mario Mandzukic , quien después de pasar por el Bayern de Múnich y el Atlético como rematador, se ha reivindicado ahora en la Juventus como volante ofensivo.
Luka Modric

En el Madrid se ha coronado como uno de los mejores centrocampistas del mundo. Y aspira a trasladar sus virtudes a la selección croata, donde es el líder y motor. Visión de juego, desplazamiento del balón, capacidad defensiva, todo eso tiene Modric.
Ivan Rakitic

Junto a Modric forma uno de los ejes más sólidos en el Mundial. Rakitic aporta el músculo, el sentido táctico y la llegada al gol. Buen especialista en el balón parado y en el disparo lejano.
Mario Mandzukic

En la Juventus se ha reciclado hacia posiciones más retrasadas. Antes era era un tanque que remataba todo y ahora es un volante por la banda que defiende, toca y ataca. Conserva sus propiedades rematadoras.